Redaccion./ El 14 de septiembre del 2008, se clausuró de La Exposición de Zaragoza, situada en el meandro de Ranillas, un espacio de 25 hectáreas junto al Ebro. Durante los 3 meses de duración de la Exposición Internacional se organizaron grandes encuentros en torno a un tema de interés universal: “Agua y Desarrollo Sostenible”, en el que tuvieron presencia 105 países.
En su primer día visitaron la Expo 40.183 personas, menos de los que se esperaba, pero su número fue aumentando paulatinamente hasta alcanzar el récord con 133.536 visitas, y mantener cifras en torno a las 90.000 diarias en el mes de septiembre. Recibió en total más de 5,5 millones de visitas.
La Expo de Zaragoza perteneció a la categoría de Exposiciones Internacionales, Temáticas o Reconocidas; regidas por el Bureau International des Expositions (BIE). Abrió sus puertas el 13 de junio, ese día culminaron más de tres años de trabajo en los que la ciudad habría sufrido una de las más importantes transformaciones de su historia, que comenzó el 16 de diciembre de 2004.
En la actualidad, el recinto de la Expo se ha reconvertido en un espacio polivalente que conjuga usos profesionales y de ocio. Así, edificios que albergaron los pabellones de países se han transformado en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza.
Edificios legados de la expo:
El Acuario Fluvial de Zaragoza es el mayor de Europa y el tercero del mundo. Está enclavado en el corazón de lo que ha sido la Expo 2008.
Puente del Tercer Milenio obra construida en el 2008 por el arquitecto oscense J.J. Arenas de Pablo. Se trata de un gran puente de arco elevado atirantado más largo del mundo.
Pasarela manterola, dedicada a los voluntarios que participaron en la Expo 2008 y que ha permitido acercar dos barrios de la ciudad, Actur y Almozara.
Pabellón Puente, fue uno de los Pabellones expositivos de Expo Zaragoza 2008, cuenta con dos plantas y está concebido en forma de gladiolo.
Torre del Agua, puede plantearse como una dualidad que aúna dos elementos separados conformando un edificio singular y marcan su perfil.
Palacio de Congresos, el edificio dibuja en el recinto expo un perfil quebrado y variable ascendente y descendente dialogando con los diferentes espacios que alberga en su interior.
Pabellón Aragón, tiene la forma de las cestas de mimbre típicas aragonesas conseguida por paneles entrelazados de vidrio y micro-hormigón con fibra de vidrio blanco.
Auditorio, un edificio de proporciones grandiosas construido en 1994. Posee un pórtico elevado sobre pilares de gran altura que alberga en su interior un amplio y moderno complejo de servicios, con capacidad para diez mil personas.
Estación Zaragoza Delicias, la disposición que la estación ofrece, permite unir, por sus dimensiones, la monumentalidad propia de las grandes estaciones con la arquitectura más moderna y propia del S.XXI, lograda a través de los materiales empleados, como el cristal y el hormigón.
Javier Grimal y Francisco Pellicer en su libro: «Una pasión compartida. Zaragoza y su Exposición Internacional» nos dicen: cojamos un mapa de la ciudad y borramos las infraestructuras viarias, los puentes que se construyeron; el acondicionamiento de las riberas del Ebro; la mejora del canal; el Palacio de Congresos o la Ciudad de la Justicia, entre otros, así nos daríamos cuenta que significó la expo para Zaragoza.
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