Luis G. Hiraldo./ Los mallos de Riglos, espectaculares formaciones geológicas compuestas por rocas conglomeradas, provenientes de procesos de sedimentación fluvial.
Nosotros vamos a centrarnos en uno de sus mallos más humildes; La Aguja Roja, que forma parte del grupo de los mallos pequeños. Eso sí, no os dejéis engañar, porque si bien no puede compararse a sus hermanos mayores, no debemos pensar que todas las vías son un camino de rosas.
¿Pero porque hemos elegido las paredes de La Aguja Roja precisamente? hace unos meses mi buen amigo y compañero de aventuras cabreras, Germán Pedraza, me propuso acompañarle junto a dos amigos que se iniciaban en la escalada de varios largos. Lógicamente no pude negarme y pusimos rumbo a Riglos.
Teníamos claro que si era la primera vez que subían una pared con bastante más altura de la que estaban acostumbrados, había que elegir una vía que no resultará excesivamente extenuante. Por otro lado, queríamos que fuera una experiencia inolvidable.
Germán, que conoce mejor que un servidor el conglomerado de los mallos, propuso que ascendiéramos por Edil (105 m V en deportiva) y sin más dilaciones nos pusimos a caminar hacia el pie de la vía.
Después de unos 40 minutos caminando en ligera pendiente desde el parquin del pueblo, llegamos a faldas de la Aguja. Llevábamos preparado todo lo necesario según leímos en la reseña, y algún material de respeto. Y con todo listo nos pusimos a trepar.
Tras un primer largo de 30 metros (IV+) dos más de otros 30 metros cada uno (V) y un largo final de 15 metros (IV+) llegamos a la sirga de acero que nos conduciría al techo de La Aguja Roja. Una vez ahí solo quedaba disfrutar de la impresionante panorámica que se presentaba ante nosotros y claro está, preparar el descenso (por la Normal a la Aguja Roja 100m IV+).
No recuerdo cuanto tiempo exacto tardamos en ascender y descender, solo que echamos una mañana estupenda entre bolos, fisuras, risas y en compañía de las majestuosas aves que nos regalaron su vuelo a tan solo unos metros de separación. Lo que está claro es que los mallos de Riglos tienen algo especial que invita a volver después de cada trepada.
Recomendaciones: antes de preparar un ascenso mirar la predicción meteorológica, con especial atención a las rachas de viento. Debido al tipo de pared es muy importante el uso de casco y como siempre el uso de un material adecuado a la actividad. Si es la primera vez que subimos vías de varios largos se recomienda bajar el grado de dificultad al que estemos acostumbrados e ir acompañados por alguien que tenga experiencia en este tipo de escalada.
Disfrutar y… ¡Hacer el cabra!