
Fernando Gracia./ Como a partir de su éxito “Mar adentro”, óscar incluido, decidió internacionalizar su carrera y pasó a filmar en inglés y a dirigir estrellas foráneas, bien se puede decir que su cine dejó de ser “español”, lo que no es ni bueno ni malo, simplemente hay que constatarlo.
Soy de los que piensan que el chileno de nacimiento no es sino un correcto artesano del cine, dicho esto sin ánimo peyorativo. Aficionado al cine de género ha encauzado su corta carrera por los senderos del buen cine comercial, con paradas preferenciales en las películas de misterio más o menos esotéricas, generalmente con aceptables resultados en la taquilla, que es de lo que se trata.
De misterio es la película que ahora tratamos. No es de sustos ni de monstruitos, sino una historia ubicada en eso que se da por llamar “la América profunda”, alrededor de sectas satánicas y similares. La trama no es gran cosa pero está tratada con habilidad, aunque con algún bache de intensidad narrativa y tiene a mi modo de ver como mayor mérito que no se aleja nunca de la realidad, no siendo una simple película “de miedo” y culminando con un desenlace coherente.
Siguiendo la senda de “Los otros”, donde dirigió a Nicole Kidman, en esta “Regresión” que ahora nos presenta emplea a Ethan Hawke, actor por lo general bastante competente, que se diera a conocer hace un cuarto de siglo como uno de los jóvenes actores del “Club de los poetas muertos”. Para el papel de protagonista juvenil dirige a Emma Watson, conocida por su participación en la saga de Harry Potter, a quien ya desde jovencita se le auguraba una buena carrera en el oficio.
Debo decir que esperaba peor resultado de lo que aprecié. Seguramente al contrario que muchos espectadores que seguramente van a verla con grandes expectativas, lo que casi siempre es perjudicial.
No nos engañemos, el cine de Amenábar no es más que lo que pretende, un aceptable cine comercial, realizado con oficio, bien filmado, con banda sonora ad hoc, e interpretado por actores que al ser conocidos en la galaxia mundial puedan hacer de la película un producto vendible en medio mundo, que es de lo que se trata.
No creo que esto sea malo para la industria, que de eso se trata. Siempre se ha hecho cine de género y no ha pasado nada. Este tipo de cine puede convivir perfectamente en las pantallas con otros productos más arriesgados y personales. Si está bien hecho, y esta que ahora nos ocupa lo está, no hay mucho más que añadir.
Ha regresado Amenábar a nuestras pantallas, como “regresan” algunos personajes de la película, y como se dice en el guión, no todos los recuerdos que cuentan son realmente verdad. O sea que tampoco había por qué pensar que el chileno-español iba a cambiar la suerte de nuestro cine, aunque no está mal que siga produciendo porque todo hace falta, aunque sea para la estadística.
FERNANDO GRACIA