Redacción./ El desfile de presentación de la temporada otoño-invierno ha mostrado la moda que se verá en las calles esta nueva temporada. En el caso de la mujer, se rescatan tendencias pasadas como el tartán escocés o la raya diplomática, y se abandonan las camisetas ceñidas al cuerpo para dar paso a blusas con volúmenes y con grandes lazadas que consiguen un estilo muy romántico y femenino.
Contra el frío, el abrigo sustituye a la parka y al chaquetón corto. En cuanto a tonos, el camel desaparece y vuelven los empolvados que dejan atrás al negro para dar paso al azul noche coordinado con colores vivos como el fucsia o el azulón.
Asimismo, las pieles han atraído todas las miradas, y lo han hecho con un estilo joven, vivo y alegre. Todo ello sin prescindir de su eminente carácter elegante y con un toque de distinción. En cuanto a los colores, se apuesta por los azules turquesa, violetas, el rojo intenso o el rosa agua.
Para los más pequeños de la casa, se han podido contemplar sobrios conjuntos de sport, con jerséis de lanas suaves y de calidad, en colores que van desde el azul azafata, hasta los tonos rojizos burdeos y salmón. Asimismo, en cuanto a las colecciones de comunión para niñas, las mangas francesas y al codo sobre gasas, tules y organzas también han destacado dejando un sello propio. También resaltan las líneas para niños que incluyen pantalones chinos, camisa y americana, en tonos ocres, verdes y azules, muy acordes con la temporada.
Elegantes y románticas han sido también las novias que han desfilado sobre la pasarela. Encajes, tules, sedas y micados, mostrando trajes de novia sencillos que permiten resaltar la belleza natural siguiendo líneas rectas que se ceñían a la cintura alargando la silueta.
En el desfile también se han hecho un hueco los trajes para los invitados a todo tipo de eventos. Vestidos sencillos pero que, en ocasiones, rompen esta tendencia gracias a la inclusión de pedrería que ha hecho brillar a las modelos.
Por último, toda prenda necesita su joya para conseguir un look perfecto. La joyería ha destacado por su tamaño, con collares tipo babero que cubren el pecho. Unas piezas inspiradas en la naturaleza con piedras naturales de color granate y berenjena pero, también, en colores pastel. A pesar de estas piezas también se ha podido ver sobre la pasarela el otro extremo, con una línea etérea de la mínima expresión que permite reflejar todos los gustos.
Más de 35 modelos han sido los encargados de mostrar al público asistente todas estas tendencias en una pasarela
El presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza (ECOS), José Antonio Pueyo, ha destacado que “los zaragozanos deben estar orgullosos porque tenemos una pasarela de moda de vanguardia al igual que las grandes capitales como Madrid y Barcelona”.
El desfile tiene como objetivo “que el consumidor de Zaragoza y de Aragón restablezca el gusto por comprar en temporada y por ir a la última moda, que adquiera las últimas tendencias”, ha destacado Pueyo. Además, esta pasarela cumple varias funciones: ser escaparate de las nuevas tendencias y promoción de las ventas en el comercio textil, de calzado y de complementos.
Por último, Pueyo ha querido resaltar que “para ir a la moda nada mejor que el comercio especializado y no los grandes comercios globalizados”.