Elena Lechon Fleta./ Si bien hasta que llegamos con los perros a las 11 de la mañana a los pies de la fuente del Batallador, los días anteriores y las horas anteriores hemos estado realizando un trabajo extra que aunque no se ve, si no lo hiciéramos entre todos este tipo de eventos no se celebrarían.
Desde realizar el trámite burocrático de la solicitud del permiso, hasta el despliegue de traslados que es imprescindible realizar para que todos los perros de la guarde puedan llegar puntuales al paseo, pasando por las compañeras y compañeros que se quedan en la guardería sin disfrutar del paseo en el parque limpiando y preparando todo para que cuando vuelvan esté todo listo, incluida comida.
Además en todos nuestros paseos colocamos mesa informativa y tienda zarposa, en las que ofrecemos información sobre nuestra actividad, y vendemos nuestras sudaderas, camisetas, etc. y ahora por ejemplo ya tenemos disponible nuestra lotería navideña, que hemos estado vendiendo en el paseo, que por cierto dicho sea de paso de este año no pasa, nos toca.
El momento de inicio del paseo es emocionante, colocamos los petos de “Adóptame” a los perricos, la gente empieza a acudir, unos buscan información, otros quieren dejar una donación, nos traen pienso, etc.
¿Por qué es emocionante?, porque hay reencuentros preciosos, acuden al paseo casas de acogida y adoptantes, no sólo los perros de la guardería, de modo que es muy probable encontrarnos con perros que ya tienen su familia y su hogar, pero recuerdas cuando llegaron recién rescatados con sus miedos, sus heridas en el cuerpo y en el alma y ahora los ves con los ojos llenos de felicidad y os aseguro que es un momento muy emocionante.
¿Qué más puede ocurrir en un paseo?, algo tan grande como que una familia se enamore de un perro que busca un hogar, que sea un flechazo instantáneo y casi.. casi del paseo resulta una adopción.
La sensación de ir paseando todos juntos, y que alguien se acerque preguntando por el perro que estás paseando, lo mira, te escucha, lo acaricia, quiere saber cómo poder conocerlo más, cuando puede ir a la guardería con el resto de la familia, o quiere llevárselo a casa de acogida, y más adelante ya se verá…. Todos estos acontecimientos pueden parecer insignificantes, pero nada más lejos , son situaciones que dan sentido al trabajo que realizamos y que hacen olvidar los momentos más duros .
También hay personas anónimas que se acercan a la mesa informativa a dejar donaciones: mantas, toallas, pienso, correas, dinero etc., es increíble la generosidad de la gente, que de manera totalmente altruista nos echa una mano, aprovecho la ocasión para agradecer a todos estos donantes anónimos su labor, todo es bienvenido, nada es poco, y sobre todo lo que es muy complicado de transmitir con palabras escritas, es el amor y la pasión con que nos hacen estas donaciones, personas sencillas, humildes pero grandes, enormes de corazón.
Por todo ello, aunque todos los ratos con los zarposos son gratificantes, pero quizá estos paseos como el del domingo sean más especiales si cabe, porque toda la familia zarposa nos sentimos más familia que nunca: traslados, responsables de guardería, voluntarios, padrinos, madrinas, relaciones públicas, casas de acogida, adoptantes, socios, rescates, veterinarios, todos coincidimos en momentos como este.
Y coincidimos junto a lo que nos une que son los sin voz, y lo hacemos con el objetivo de hacerlos visibles al resto de la sociedad, para encontrar esa familia que lo está buscando