Redacción./ «The dictionary of obscure sorrows» reúne un compendio de palabras inventadas, seguidas por definiciones que tratan de colmar los huecos del lenguaje. Un intento de dar nombre a todas aquellas emociones que todos los seres humanos sentimos en mayor o menor grado, y, de hecho compartimos, pero no sabemos como nombrar o describir. El estadounidense John Koenig invirtió tres años de investigación en crear y dar forma a este diccionario que ya ha dado la vuelta al mundo.
«No Name» es el aporte fotográfico que Ana Infante hace al proyecto. Un bombín, relojes, aves, medusas… Imágenes surrealistas en su mayoría, con ángulos y desenfoques imposibles muy característicos de la artista, que se inspiró en algunas de esas emociones y realizó su propia selección interpretándolas desde su visión más onírica.
Atraída por el arte desde muy joven, comenzó a experimentar con algunas expresiones artísticas como la pintura, la música o la poesía a nivel amateur.
Estudió Filología inglesa y en 2006, cuando adquirió su primera cámara réflex, empezó a reinterpretar sus obras favoritas a modo de instantáneas. Desde entonces, combina su pasión por la fotografía a nivel profesional con su otra ocupación principal como gerente de Sunny English S.L.
Sus obras son potentes y meticulosas y representan un mundo dúctil, decrépito y onírico. Usa toda su imaginación mezclando sueños y visiones con la vida real desde lo más profundo de su razón irracional para formar imágenes inolvidables, la mayoría de ocasiones en blanco y negro, rompiendo todo tipo de reglas que haya estudiado en su larga formación como fotógrafa.