Redacción./ Los precios de los disfraces confeccionados son tan asequibles que pocas personas optan por el alquiler o la confección, a pesar de que esta última opción es la más original, la más creativa y la más divertida. El precio de los disfraces prácticamente no ha sufrido variaciones en los últimos años. Por menos de diez euros se puede comprar un disfraz para un niño y por menos de 15 uno para un adulto.
A la hora de comprar el disfraz, hay que tener presente algunos detalles:- Los disfraces destinados a menores de catorce años son considerados juguetes y deben cumplir con la normativa específica de estos productos. Es importante tenerlo en cuenta porque máscaras, disfraces y maquillajes de Halloween son productos que aparecen frecuentemente en la red de alerta de la AECOSAN, por no cumplir todos los requisitos de seguridad.
En su etiquetado debe indicarse la marca CE, que garantiza que los tejidos tienen un tiempo más lento de combustión; debe indicarse la edad recomendada, especialmente si son destinados a menores de 3 años y, en el caso de que sea necesario, debe incluir las advertencias en su utilización, y los datos de identificación del fabricante o responsable del producto.
–Las máscaras y pelucas han de disponer de aberturas de un tamaño adecuado para evitar riesgos de asfixia. Comprobar los orificios de boca, nariz y ojos. Han de incluir el etiquetado completo, en castellano, y han de estar realizadas con materiales no inflamables.
Hay que tener especial precaución al adquirir productos cosméticos destinados al maquillaje, sobre todo los que se venden en bazares y tiendas de bajo coste, porque existe el peligro de que estos productos no hayan sido sometidos a los controles dermatológicos adecuados y produzcan alergias y reacciones en la piel. Ver fecha de caducidad y las precauciones de empleo y advertencias de uso.