Redacción./ Cardiólogos intervencionistas del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza ha realizado por primera vez en Aragón una técnica que combina en el mismo acto la ablación de un tipo de arritmia llamada fibrilación auricular y el taponamiento de una cavidad del corazón (la orejuela izquierda) mediante un dispositivo implantado a través de un catéter.
La intervención, realizada por los equipos médicos y de enfermería de las Unidades de Electrofisiología y Arritmias, y de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista, estuvo dirigida por los doctores Naiara Calvo y Gabriel Galache, con el apoyo de cardiólogos ecocardiografistas y del servicio de Anestesia.
El doctor Antonio Asso, jefe de la Unidad de Electrofisiología y Arritmias explica que la fibrilación auricular es la arritmia (contracción irregular del corazón) más frecuente. Se estima que la sufre en torno al 2% de la población general. Su abordaje intervencionista, la ablación, implica realizar una serie de quemaduras contiguas con un catéter hasta aislar eléctricamente las áreas donde se originan los impulsos que causan esa arritmia. De esa forma, bloqueado el paso del impulso eléctrico, se evita la arritmia.
En estos casos, los cardiólogos buscan alternativas terapéuticas para evitar los coágulos y una de ellas es esta última técnica puesta en marcha. Dado que más del 90% de las embolias cardíacas en pacientes con fibrilación auricular son consecuencia de coágulos (trombos) que se originan en una cavidad ciega de la aurícula izquierda denominada orejuela, el cierre de esta estructura mediante un dispositivo oclusor permitiría una virtual eliminación del riesgo de sufrir una embolia aún en ausencia de anticoagulantes en los pacientes con un riesgo hemorrágico alto.
La doctora Naiara Calvo, especialista de la Unidad de Arritmias y encargada del programa de ablación de fibrilación auricular, augura una expansión de las indicaciones de esta técnica combinada en los próximos años, dado que los resultados publicados avalan su seguridad y eficiencia. Afortunadamente, señala la experta, “la mayoría de pacientes sometidos a ablación de fibrilación auricular tiene un riesgo embólico bajo y sólo utilizamos anticoagulantes de manera transitoria”. El doctor José Antonio Diarte, jefe de la Unidad de Hemodinámica, resalta que “cada vez disponemos de mejores recursos tecnológicos para abordar procedimientos de intervencionismo estructural cardíaco y evitar cirugía, por lo que la cartera de servicios continúa expandiéndose”.
La cardiología intervencionista realiza cateterismos para tratar enfermedades cardiacas, desde infartos a arritmias, entre otras muchas, de la forma menos invasiva posible, sin necesidad de abrir el corazón. No es cirugía, sino que los especialistas introducen unos catéteres por arterias o venas (desde la pierna o el brazo, dependiendo de los casos) para acceder al corazón. A través de esos catéteres llegan a la zona afectada y la pueden tratar.