Redacción./ La exposición “Zaragoza 1930. La ciudad en la fotografía de Loty”, que organiza el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) con la colaboración de la Fundación Caja Rural de Aragón/ Bantierra, ha despertado gran interés en la ciudad, y desde su inauguración, el pasado 22 de octubre, ya ha recibido cerca de 2.000 visitas.
La exposición muestra el trabajo que desarrolló en la capital aragonesa António Passaporte, un fotógrafo portugués que fue contratado en 1926 por Colecciones Loty para formar un archivo que atendiera la creciente demanda social de imágenes, para lo que cargado con su cámara ICA viajó por España, Lisboa, Évora, Buenos Aires y norte de África
En su paso por Zaragoza, Passaporte retrata, además de los monumentos y lugares emblemáticos, una serie de imágenes del Ebro en plena crecida que destacan por su belleza y originalidad. El autor muestra su temperamento de fotoperiodista captando todo el bullicio cotidiano de una ciudad que estaba viviendo un momento de intenso desarrollo urbano y expansión industrial. La notable presencia de fuerzas de seguridad en el trasfondo de numerosas fotografías recuerda que el viaje de Passaporte a Zaragoza coincidió con el levantamiento de Jaca, ocurrido el 12 de diciembre de 1930.
La muestra se podrá visitar hasta el próximo 11 de diciembre en la Sala de Exposiciones de Bantierra, en horario de 17.00 a 20.00 horas, de lunes a viernes. Esta se divide en tres grupos temáticos: A vista de pájaro; A pie de calle y A la vera del río, y ofrece 50 fotografías en gran formato seleccionadas de entre los 320 negativos originales de 10×15 cm que António Passaporte realizó de Zaragoza en diciembre de 1930.
LA COLECCIÓN LOTY
El archivo fotográfico formado por la firma LOTY -acrónimo compuesto por la primera y última sílabas de los apellidos de sus creadores: Concepción López, representante y editora, y del comerciante de papeles heliográficos y editor de fotografías Charles Alberty respectivamente- fue creado en Madrid en 1927.
El archivo, constituido originalmente por 12.000 placas de vidrio, fue fragmentado para venderlo por lotes a finales de 1990. El Ministerio de Cultura frenó este proceso de disgregación en 2002, mediante la adquisición de todos los fondos que quedaban por vender, un total de 7.255 placas de vidrio con sus correspondientes positivos dispuestos en 23 álbumes, con destino al Instituto de Patrimonio Cultural de España.
Con esta compra se evitó la dispersión del archivo a la vez que se garantizaba su conservación como unidad creativa y se posibilitaba el conocimiento y uso de todas sus imágenes a través de la web del IPCE. Dada su extraordinaria calidad técnica y artística, las fotografías del Archivo Loty constituyen un bien cultural en sí mismo, además de un fondo documental y antropológico de notable valor y relevancia.