La Santa Capilla. Aquí se encuentra la columna que, según la tradición, trajo la Virgen María a Zaragoza para animar a Santiago a continuar en su tarea de propagar el cristianismo. Alrededor de esta columna se creó la primera capilla sobre la que se han hecho reformas a lo largo de los siglos hasta la actual basílica que vemos hoy. Hoy se venera aquí a la Virgen del Pilar. La figura luce cada día un manto diferente de los más de 550 que tiene, que son donados por instituciones y particulares. El más antiguo es del siglo XVIII y uno de los más originales es el realizado en papel por el Grupo Zaragozano de Papiroflexia. Los días 2, 12 y 20 de cada mes no luce manto y se puede ver la cobertura de plata repujada que cubre el pilar.
El altar mayor. El Retablo Mayor realizado entre 1509 y 1515 por Damián Forment en alabastro policromado, mezcla elementos góticos y renacentistas y cuenta con el óculo típico de los retablos aragoneses. Se distinguen tres escenas principales: la Purificación de la Virgen, la Asunción y la Natividad de Nuestra Señora. El altar es a su vez el sepulcro en el que reposan los restos de San Braulio, que fue obispo de Zaragoza.
Cúpula de Goya. La cúpula “Regina Martyrum” fue pintada al fresco por Francisco de Goya (1781). Destaca la luminosidad y colorido de la obra. Alrededor de la Virgen María se encuentran santos mártires aragoneses como San Lorenzo, Santa Engracia, San Lamberto y Santo Dominguito de Val entre otros.
Las bombas de la Guerra Civil. El 3 de agosto de 1936 un avión arrojó cuatro bombas sobre la basílica del Pilar y no explotaron. Este hecho se consideró milagroso. En el interior cayeron tres, de las que se conservan dos, y se pueden apreciar los agujeros que dejaron en el techo. La cuarta cayó en el exterior levantando varios adoquines que dejaron forma de cruz. Una pequeña placa marca el lugar exacto en el que se clavó el artefacto.
La cripta. Visitable sólo una vez al año. El 1 de noviembre, por la festividad de Todos los Santos, se abren sus puertas para que el público pueda visitarla. Aquí encontramos las tumbas del General Palafox, y otros personajes ilustres aragoneses.
El ascensor de la torre. No lo dudes y sube para disfrutar de unas increíbles vistas panorámicas de la ciudad desde lo alto de la Torre de San Francisco de Borja.
Coro Mayor. Cuenta con sillería realizada en madera de roble de Flandes. Los motivos decorativos abarcan toda la enorme variedad del renacimiento. El órgano, ampliado y remodelado desde el s. XVI, consta actualmente de 4 teclados, 1 pedalero, 80 juegos de registros y 6.500 tubos.
Museo Pilarista. En este lugar se guarda la colección de joyas que la gente ha donado como ofrenda a la Virgen. También se expone una minuciosa maqueta de la Santa Capilla y varios mantos.
http://www.zaragoza.es/cont/paginas/turismo/pdf/basilicapilarAcc_es_en.pdf