Redacción./ La Mesa del Transporte Público, integrada por representantes vecinales (Federación de Asociaciones de Barrio Zaragoza, Unión Vecinal), trabajadores del AUZSA y de Los Tranvías de Zaragoza y responsables de ambas empresas, así como por técnicos municipales, volverá a reunirse el próximo miércoles, 9 de diciembre.
Como se recordará, el objetivo de esta Mesa del Transporte es analizar, progresivamente, las diferentes líneas de transporte urbano de la ciudad, con el objetivo de intentar mejorar el servicio público prestado. El planteamiento consiste en trabajar línea a línea, estudiando los diferentes detalles que afecten a su regularidad, velocidad comercial, su intermodalidad, etcétera. Tal y como se acordó en la reunión constituyente de esta Mesa, se ha comenzado por las líneas 24 y 35. Entre las siguientes líneas a analizar estará, probablemente, la 32.
Tanto los técnicos municipales como el resto de integrantes de la Mesa han realizado aportaciones sobre esas dos primeras líneas cuya pertinencia y puesta en práctica será analizada y consensuada en la reunión del miércoles. Los problemas comunes que afectan a la 24 y la 35 y que provocan un mayor incumplimiento de las frecuencias son, entre otros, la elevada longitud de las mismas; su alto número de pasajeros; el paso por zonas de mucho tráfico y afectadas por incidencias de manera habitual; los tiempos de recorrido establecidos; etcétera.
Las posibles soluciones a poner en práctica se pueden dividir en dos grandes categorías: medidas relativas a la operación y a la organización del servicio; y medidas sobre la mejora del tráfico y de la infraestructura.
Entre las primeras, se ha trabajado en el diseño de nuevos cuadros de marcha para ambas líneas, siempre teniendo en cuenta que no debe sobrepasarse el número de kilómetros ya establecido en el contrato, lo que supondría un sobrecoste del servicio. Además, AUZSA deberá esforzarse por mejorar las herramientas informáticas que permiten mejorar la planificación de los tiempos de recorrido y la organización del trabajo.
El “esfuerzo regulador” afecta a todos los agentes implicados en la prestación de este servicio, es decir: tanto a los servicios de control de la empresa, que deberían contar con personal y medios suficientes; como a los propios conductores, que también tienen herramientas a su alcance para poder distanciarse del vehículo precedente, intentando así una “autorregulación” que mejore la estabilidad en la frecuencia. En este sentido, el estudio realizado indica que el incumplimiento de frecuencias por adelantos es superior al de los retrasos.
En el ámbito de las mejoras en tráfico e infraestructuras, el estudio indica que el parámetro más importante para intentar que los cambios tengan realmente eficacia es la velocidad comercial. Por este motivo, también se van a proponer distintas acciones relacionadas, como la creación de nuevos carriles bus o retoques en la regulación semafórica de algunos cruces. También, y de manera más pormenorizada, se plantearán ampliaciones o modificaciones en algunas paradas y se prestará especial vigilancia, a través de la Policía Local, para evitar la ocupación indebida por parte de otros vehículos.
Entre los carriles bus que podrían plantearse como más inminentes figuran los de las calles Mariano Barbasán y Hernán Cortés (sentido Puerta del Carmen), o “gateras” para priorizar al autobús en intersecciones como Violante de Hungría-San Juan Bosco o Plaza España.