Francisco Javier Aguirre ./ El Teatro de las Esquinas ha ofrecido el pasado fin de semana esta ágil comedia que se estrenó en Segovia el pasado mes de octubre y que pronto será presentada en Madrid. La historia se basa en casos reales y está protagonizada por Beatriz Carvajal, Montse Pla, Sergio Pazos y Juanjo Cucalón. Transcurre en un psiquiátrico. Toñi (Beatriz Carvajal) es una paciente histérica que llega a la consulta de Marina (Montse Pla), una médico residente que se halla bajo la jurisdicción del doctor Caballero (Sergio Pazos), con la que mantiene una secreta historia de amor, porque el hombre es casado. Además de esta circunstancia, el jefe dobla en edad a su amante. Entre los dos tratan de atender a la paciente que se queja de ser asaltada con frecuencia por unos diablillos colorados que se le aparecen, no la dejan tranquila, le hacen el amor de una manera salvaje y le provocan unos orgasmos que no había conseguido nunca con su marido.
Estos traviesos personajes, dotados de una larga cola, aparecen reiteradamente en escena proyectados en una pantalla. Son dibujos del humorista José Gallego y forman parte intrínseca de la acción. Su presencia presta animación a la trama y es uno de los logros de la obra dirigida por Francisco Vidal.
Hay un cuarto personaje humano: otro enfermo, Andrés, interpretado por Juanjo Cucalón, que padece el síndrome de Cotard, una dolencia que le obliga a ir siempre con una máquina de escribir encima a modo de contrapeso, pues cree que si la abandona se volverá ingrávido y saldrá volando.
La trama se complica porque Marina dice estar embarazada y a su jefe se le plantea un grave dilema. Por otra parte, entre Toñi y Andrés surge un principio de idilio, que se va consolidando con el paso de los días. Esta doble relación sentimental, unida a los tratamientos médicos, provoca situaciones cómicas, a veces un tanto reiteradas. Es quizá uno de los puntos débiles del argumento, pero no es obstáculo para que los actores desarrollen su papel de una manera convincente que hace las delicias del público. Aunque la estrella de la producción sea Beatriz Carvajal, con una interpretación magnífica, el resto de sus compañeros de escenario (Montse Pla, por cierto, es su hija en la vida real) no le van a la zaga.
Francisco Javier Aguirre