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Fernando II “El Católico”

Fernando II "El Catolico"
Fernando II «El Católico»

Diego Medina Ruiz.- A partir de los siglos XIII y XIV resurgieron las ciudades y los señores feudales fueron perdiendo poder frente a los monarcas así que llegados al S.XV la gran mayoría de las monarquías europeas estaban bien situadas. Fernando II fue un hombre de su tiempo, un rey que abogaba por el poder absoluto, con miras internacionales y capaz de gobernar en territorios bien distintos entre sí. Fernando fue hijo de Juan II. Nació en SOS en el año 1452, en medio de un clima un tanto tenso debido a las desavenencias que existían entre su padre y su tío.

Pertenecía a la casa de origen castellano, que reinaba en la Corona de Aragón desde que tras los Compromisos de Caspe saliera Fernando de Trastámara (Fernando I) como rey.

Como príncipe heredero vivió el convulso final de reinado de su padre Juan, con la revuelta de los payeses de remença y enfrentamientos con Francia. De ello aprendió buenas lecciones de diplomacia que luego le sirvieron bien.

En 1469, Fernando de Aragón, todavía príncipe, se casa con su prima Isabel de Castilla y al acceder ésta al trono quedó como Rey consorte de Castilla. Cinco años después, muere su padre y Fernando sube al trono de Aragón ya con una valiosísima experiencia previa sobretodo referente al fortalecimiento de su esposa como Reina, tras las luchas que hubo por el trono castellano, una guerra civil en toda regla.

De modo que Fernando pone sus miras en el resto de territorios peninsulares. Conquistó el Reino de Granada y ya en el S.VXI se anexionó Navarra, tras invadirla. Con vistas al dominio en el Mediterráneo recuperó el Rosellón y la Cerdaña y la influencia en el sur de Italia.

Palacio de Sada en Sos del Rey Católico. Hay una pequeña dependencia donde se puede leer sobre unos azulejos: En esta habitación nació Fernando el Católico.
Palacio de Sada en Sos del Rey Católico. Hay una pequeña dependencia donde se puede leer sobre unos azulejos: En esta habitación nació Fernando el Católico.

Pese al lema “Tanto monta, monta tanto” la realidad era que en esa época y esa sociedad quien mandaba era el hombre. Fernando de Aragón hizo y deshizo en Castilla más de lo que se piensa. Mientras que Isabel poco o nada tenía en Aragón. Tras la muerte de ella quedó como regente pero la realidad es que siempre actuó como soberano al igual que en Aragón, quizás más abiertamente puesto que las leyes castellanas no le trababan tanto como las aragonesas. Aunque siempre supo que hacer y cómo para que en Aragón primase su voluntad.

Hizo un uso inteligente de la herramienta diplomática más efectiva de entonces, los matrimonios. Casó a sus hijas con diferentes reyes europeos con objeto de crear alianzas y/o añadir territorios a su área de influencia.

Primero fue Portugal. Casó a su primogénita Isabel hasta dos veces con un rey portugués. Primero con Alfonso y tras su muerte con su hermano Manuel. El hijo de ambos casó con su tía menor, María.

Con ánimo de aislar a Francia planeó enlaces a dos bandas. A su hijo Juan lo casó con Margarita de Austria y a Juana con Felipe, el heredero del emperador. Y por otro lado, Catalina acabó casada con el rey de Inglaterra, Enrique VIII.

Para que no acabase la Corona de Aragón en manos de Felipe I casó con Germana de Foix con idea de tener un heredero al que legar los territorios heredados de su padre y por ello murió. Se dice que su muerte fue causada por una mala mezcla de medicinas y potingues afrodísiacos.

Monumento de Fernando II "El Católico" en la plaza S. Francisco.
Monumento de Fernando II «El Católico» en la plaza S. Francisco.

Con la estabilidad que propició durante su reinado, el comercio volvió a reactivarse y una nueva clase burguesa comerciante comenzó a florecer. Importaron modas y usos foráneos, construyeron los palacios urbanos que podemos admirar hoy día y gracias a su mecenazgo personas como los Morlanes pudieron realizar maravillas como la portada de la Iglesia de Santa Engracia.

Por otro lado, Fernando II también favoreció la Mesta porque el comercio de la lana merina estaba rindiendo buenos réditos a las arcas castellanas. Con los Habsburgo, sin embargo, esto a largo plazo acabó siendo negativo porque significó un estancamiento en la agricultura y en las manufacturas.

Ejemplo de su pragmatismo es su actitud respecto al proyecto de Colón de abrir una nueva ruta a las Indias. Si bien es cierto que fue Isabel quien puso empeño en financiar el viaje y por ello las conquistas y riquezas americanas siempre fueron en pro de Castilla, mirándolo con la óptica de la época, Fernando obró tal y como lo haría un rey de su tiempo (al igual que los soberanos a los que Colón visitó antes).

Así fue Fernando II de Aragón, un rey moderno que abrió una nueva época y una nueva manera de gobernar más hacía afuera que hacía adentro.
La semana que viene seguiremos ampliando conocimientos sobre este personaje.

 

Diego Medina Ruiz

Revista Subarbre

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