Marian Gil.– Los soñadores orientamos nuestra vida hacia el éxito y vemos el futuro con muchísimas oportunidades. Las relaciones sociales son motivadas como un estímulo, una diversión y muchísima emoción.
Desear no es lo mismo que soñar, desear es pasivo y no pasas a la acción. Nuestro sueño, nuestro objetivo se respalda con un plan de acción dirigido a obtener los resultados que nos hemos propuesto.
Si haces un repaso a las personas que conoces las podrás reconocer en dos tipos de personas: los ganadores y los perdedores.
Personas ganadoras, son activas que trabajan para que sus sueños se conviertan en logros reales y que se puedan tocar. Las personas perdedoras no pasan a la acción, son inactivos y pasivos, están instalados en la queja.
Una vida de éxito comienza con un sueño. Todas las personas tenemos una visión que vemos a través de los ojos y una visión mental.
La visión de los ojos nos transmite las imágenes que nos rodean tal como son. La visión mental es ver lo que no existe sino lo que puede llegar a existir, es desarrollar nuestra capacidad de soñar.
Nuestros éxitos dependen de cómo decidamos emplear nuestra visión mental para soñar.
No seas de los que ve el futuro lleno de problemas, se de los que orientan su vida hacia el éxito y ven el futuro con muchas oportunidades y compensaciones de todo tipo.
¿La suerte se tiene o se hace?
Resulta más fácil decir que el negocio es próspero o se lleva bien con su pareja o es un gran deportista o ….., gracias a la suerte y por ello encontraron el éxito. Sin embargo los logros derivan de los sueños que las personas valientes convierten en realidad.
Si reconoces a alguien que las cosas le van bien, es porque quieren que les vaya bien, sueñan y trabajan para que eso sea si.
Se muy bien de lo que hablo porque si te enfocas y trabajas en lo que es tu pasión ya no te parecerá trabajo. Si yo no hubiera decido dar un giro a mi vida profesional y personal a través del coaching, no estaría consiguiendo mi sueño de ser una persona que vive con pasión acompañar y guiar a las personas y organizaciones a ser su mejor versión. Esto no quiere decir que no haya momentos laborales complicados, sin embargo disfruto con lo que hago y eso se me nota.
Si te apasiona tu sueño y pasas a la acción, disfrutarás y lograrás aquello que te has propuesto y seguramente mucho más.
¡Lánzate ya a por tu sueño!