Francisco Javier Aguirre.- La compañía murciana Alquibla Teatro, en coproducción con el Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de San Javier y el Teatro Circo Murcia, ha recuperado la famosa pieza del Premio Nobel, con un interesante reparto: Esperanza Clares, como Raimunda; Allende García, como Acacia; Lola Martínez, como Juliana; Manuel de Reyes, como Esteban; Julio Navarro, como Eusebio; Luis Martínez, como el Rubio y finalmente Óscar Albert, como Norberto.
Bajo la dirección de Antonio Saura, la obra adquiere unas proporciones dinámicas intensas, utilizando una escenografía minimalista y respaldada por un entorno sonoro muy consistente, con un coro de voces en off y diversos efectos acústicos impactantes e inteligentemente planificados.
Este drama rural, tan bien conocido (en España se han realizado más de una docena de versiones a lo largo del siglo XX, además de varias películas y al menos cuatro montajes a través de la televisión), tiene el mérito de ser en cierto modo un antecedente de la dramaturgia de García Lorca, que enfoca el tema rural con un singular aliento poético.
Pero la obra de Benavente sigue en vigor permanente porque toca la esencia de la naturaleza humana al tratar de dos pasiones fundamentales, el amor y el poder. Cuando el Rubio, en su papel de sicario, plantea al amo la recompensa a obtener tras el crimen, su aspiración se limita a una palabra: ‘mando’. En la versión de Alquibla no se refuerza ese episodio, pero entiendo que es una de las claves de la obra, aunque el triángulo amoroso resulte más plástico y espectacular para el público.
En cualquier caso, la recuperación de esta obra intemporal ha sido un acierto por parte de la compañía murciana. El elenco actoral se desempeña con eficacia y notable compenetración, destacando los tres personajes femeninos.
Francisco Javier Aguirre