Elena Lechon.- Y decir esto desde una protectora como Zarpa parece una obviedad y probablemente lo sea, pero no sólo cuidar y amar a los animales es esto. Hay una parte importante de responsabilidad y obligaciones que tenemos que estar dispuestos a asumir cuando decidimos tener una mascota en la familia, sea perro, gato o sea el animal que sea.
Todo lo relativo a sus cuidados y atención es evidente: alimentación, mimos, vacunas, revisiones, desparasitaciones, ejercicio, etc., ya lo hemos dicho en anteriores ocasiones, todo esto hay que tenerlo muy claro antes de que forme parte de la familia, si no luego llegan los abandonos.
Pero no hay que olvidar otra parcela de responsabilidad que asumimos cuando tenemos animales, y es la responsabilidad de cara a los demás, de cara a la sociedad en la que convivimos y vivimos, nadie tiene por qué “soportar” las consecuencias de nuestra decisión de tener un animal en casa.
¿A qué me refiero? Sobre todo a los animales que salen a la calle y se van a relacionar con otros animales y con otras personas, por ejemplo y para empezar en educarlos adecuadamente, y si tienen algún problema de comportamiento dejarse asesorar por profesionales que saben cómo hacerlo.
¿Qué evitamos con esto?, que el animal sufra ansiedad por separación y esté llorando, maullando o ladrando mientras está solo en casa, que no nos rompa o se coma cosas que no queremos que toque…
Esto en lo que se refiere a lo que podemos hacer por nuestra mascota para que sea más feliz y sepa relacionarse mejor con animales y con humanos, que realmente es por la mascota y por nosotros mismos, es mucho más agradable salir a la calle relajado a dar un buen paseo sin miedo a cruzarte con mucha gente, o más animales, que salir pendiente de todo porque nuestro animal tiene miedos.
Y luego está nuestra responsabilidad, nuestra como humanos sociales que se supone que somos, evitando que nuestros animales ensucien o molesten a los demás.
Debemos llevar a nuestra mascota debidamente sujeto, y soltarlo sólo en las zonas habilitadas para ello, o donde sabemos que no va a incomodar, y por supuesto cuando esté suelto no podemos perderlo de vista, además de por si molesta a alguien, sobre todo porque es o puede ser peligroso para él mismo, sufrir un accidente o extraviarse.
Debemos responsabilizarnos de lo que nuestro animal ensucia, no debemos dejar que orine sobre objetos, bienes o propiedades privadas de otras personas, ni en elementos del mobiliario urbano ni columpios, toboganes, etc.
Y por supuesto llevar siempre bolsitas para recoger sus excrementos, no siempre hay en las papeleras de la ciudad, y esto no es excusa para dejar las calles sucias, nuestra responsabilidad es no dejar suciedad por donde hemos paseado, sin más.
Es importante estar atento cuando hay mucha gente u otros perros, aunque el nuestro sea muy sociable, cariñoso, bueno,…no a todo el mundo le gusta que se le acerquen animales, y esa respuesta de: “Noooo, tranquilo no hace nada es muy bueno”, no sirve, por muy encantador que sea nuestro perro debemos ser conscientes que no a todo el mundo le gusta que le saluden agitando el rabito.
Así que a seguir disfrutando de nuestras mascotas, pero desde la responsabilidad que ello implica, hacia el animal, y hacia el resto de la sociedad, sólo es educación y respeto y no lo olvidéis NO COMPRES, ADOPTA.
