ZBN./ Se estima que alrededor del 20 por ciento de las parejas en edad reproductiva tiene problemas a la hora de tener un hijo. Por ello, cada vez más personas solicitan ayuda para convertirse en padres y es imprescindible ofrecerles soluciones avanzadas que permitan darles una respuesta eficaz, rápida y segura.
Aunque hay muchos factores que contribuyen al éxito de un proceso de reproducción asistida, uno de los más críticos es la selección de los embriones con el máximo potencial de desarrollo para que sean transferidos a la futura madre. Consciente de esta realidad, UR Montpellier ha incorporado el sistema Eeva, un nuevo método de diagnóstico que acaba de llegar a Europa y que permite seleccionar los mejores embriones, aumentando las tasas de embarazo y de niño llevado a casa.
«Hemos incorporado el sistema Eeva porque es una tecnología que contribuye a mejorar la tasa de implantación sin requerir medidas terapéuticas adicionales en la paciente y sin requerir ningún tipo de manipulación ni de los gametos ni de los embriones», explica el doctor Salvador García Aguirre, director UR Montpellier.
Este método diagnóstico de carácter innovador está presente de momento en los países más avanzados en técnicas de reproducción asistida. Con su llegada al laboratorio de UR Montpellier el centro demuestra su compromiso con la mejora de los resultados en los pacientes, destacando por su carácter innovador tanto en el contexto nacional como mundial.
«Es muy importante innovar en tecnología en cualquier campo médico y especialmente en un sector tan dinámico como es el de la Reproducción Asistida. Los avances en este campo permiten mejorar las tasas de éxito en un aspecto tan importante en la vida de las personas, como es la posibilidad de engendrar un ser humano», sostiene el doctor García Aguirre.
Este avance se suma a una larga lista de innovaciones incorporadas por la clínica desde su nacimiento en el año 2002. Hoy, ya son más de 2000 los pacientes que han acudido al centro a solicitar ayuda profesional para tener un hijo, con una tasa de éxito superior al 75 %, teniendo en cuenta la aplicación de todas las técnicas de que dispone la Unidad.
Marcando la diferencia desde el laboratorio
El trabajo realizado en el laboratorio resulta decisivo en el éxito del tratamiento. Hasta ahora, los embriones se valoraban en función de su morfología gracias a fotografías tomadas cada 5 minutos en el exterior de la incubadora. Este estudio era subjetivo y la selección de unos u otros embriones podía variar según el criterio de los especialistas.
Ahora, las imágenes se captan dentro de la propia incubadora, de manera que se elimina el posible daño que se pudiese causar a los embriones. Además, la nueva tecnología complementa el estudio del aspecto de los embriones con información objetiva basada en los tiempos de división celular. Tal y como asegura el doctor García Aguirre, «hemos apostado por Eeva como sistema de Time-lapse, ya que permite seleccionar el embrión que tiene mayor potencial de implantación mediante un avanzado software que tiene en cuenta no sólo el ritmo de división celular de los embriones, sino que analiza otros múltiples parámetros».
La combinación del estudio morfológico y el nuevo sistema de evaluación temprana de los embriones permite maximizar las posibilidades de éxito.
Además de resultar más seguro para el embrión porque se mantienen las condiciones de cultivo, otro beneficio del nuevo sistema será la reducción de los embarazos múltiples, ya que la correcta selección ayudará a reducir los embriones a transferir.