ZBN./ Jesús Barranco, que afirma pintar desde que tiene memoria, una vez licenciado en la Bellas Artes en la Academia San Fernando de Madrid, la misma academia donde estudiaron, entre otros, Eduardo Rosales, Alberto Duce, Dalí o Picasso, trabajó como director artístico en la industria ceramista, pasando a crear su estudio de pintura, primero en Pastriz, y después en Miami.
A través de la exposición Intergift en Madrid, donde expuso murales en cerámica, le contrata una empresa de Miami como director artístico para toda Sudamérica. Aunque enseguida vuelve a su gran pasión, la pintura. Desde ahí comienza su proyección internacional, habiendo expuesto en Coral Gables, Kissimee, Miami, Livorno y Basilea, entre otros lugares del mundo.
Actualmente dirige el estudio Anfanea, que recibe su nombre de un barranco en el pueblo donde se ubica, Almonacid de la Cuba, al cual vuelve desde Miami buscando la paz para crear. Enamorado de sus parajes, como los olivos del campo de Belchite o la única presa romana que se conserva de grandes dimensiones. La cuba (el recipiente que recoge el agua tras la presa) que da nombre el nombre del pueblo data de la época de Tiberio, el heredero de César Augusto.
Después de cuarenta años de periplo internacional sin exponer en Zaragoza, vuelve a su ciudad natal a dar clases a Contenedor Creativo y, para celebrar la vuelta a sus orígenes, inaugura esta exposición que se podrá ver durante un mes en la calle Bolonia, 18.