ZBN.- La razón por la cual existen los años bisiestos es para corregir un pequeño desfase con la verdadera duración de un año que es 365 días y 6 horas (es decir: 8766 horas). Entonces cada cuatro años se hace la corrección (6 horas multiplicado por 4 hace un día) y eso sucede cada cuatro años.
Si el desajuste no se corrigiera, el error se acumularía con los años y se haría muy significativo. Por ejemplo, en 100 años el calendario estaría desfasado 25 días. Poco a poco, las estaciones ya no coincidirían con los meses en los que estamos habituados a vivirlas. Julio podría llegar a ser el mes más frío del año en el hemisferio norte, cuando estamos acostumbrados a que sea un mes de intenso calor veraniego.
El origen lo encontramos en la reforma gregoriana del calendario que está vigente desde 1582. La estableció el entonces papa Gregorio XIII para corregir el calendario juliano. El papa Gregorio junto con un grupo de sabios estableció que el año duraba 365,242 días. Para poder llevar a cabo esta reforma se saltaron 10 días del mes de octubre de 1582.
Ahora ya conocemos que la duración del año exacta es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos (año tropical). Es por esto que estas horas de más se redondean a 6, así cada 4 años se añaden 24 horas al calendario con este 29 de Febrero.
Sin embargo, pese a los esfuerzos para sincronizar nuestro calendario con el ciclo del sol, actualmente el año solar es 26 segundos más corto que la duración de un año en el calendario gregoriano.
Curiosidades de los años bisiestos:
–Un 29 de febrero de 1940 la película “Lo que el viento se llevó” obtuvo ocho premios Óscar.
–En un 29 de febrero nacieron personajes ilustres como el escritor inglés John Byron (1692), el compositor italiano Gioacchino Rossini (1792).
–En España, el Instituto Español de Estadística (INE) calcula que hay unas 30.000 personas nacidas el 29 de febrero.
–Coinciden con la celebración de los Juegos Olímpicos y las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
–El año bisiesto solo ocurre en fechas divisibles entre cuatro y en los siglos divisibles por 400. Por ejemplo, los años 800 y 1600 sí lo fueron.