Francisco Javier Aguirre.- Pilar Aguarón, que además es una notable pintora, como se demuestra una vez más en el libro, profusamente ilustrado, pone el acento en esta circunstancia de las relaciones humanas.
Con un estilo ágil, incisivo, a veces tierno y otras descarnado, va contando episodios (algunos recuperados de su anterior publicación ‘Nostalgias’) en los que las relaciones humanas muestran su lado más conflictivo. Llaman particularmente la atención los relatos titulados ‘Trofeos de guerra, 1º y 2º’, dos visiones paralelas de la misma realidad desde perspectivas opuestas.
Sin que sea una tónica absoluta, predomina la postura ingenua de la mujer, que a veces llega a la sumisión, frente a una actitud dominante, displicente, oportunista, despectiva y cruel por parte del varón.
Hay reivindicaciones claramente feministas, como cuando se recuerda en el relato titulado ‘Chesterfield sin filtro’ que, hasta bien entrado el siglo XX, las mujeres alcanzaban la mayoría de edad a los 23 años, dos más tarde que los hombres.
Buena parte de los quince relatos, algunos brevísimos, reflejan con cierta nostalgia épocas pasadas. La vida era más dura en términos económicos y sociales, pero más próxima y quizá más sincera en cuanto a las relaciones personales.
Un lenguaje depurado y un tratamiento de los personajes bien definido suman atractivo al libro.
Francisco Javier Aguirre