Beatriz Sastron.– Desde el momento que se decide la fecha del Paseo Zarposo el engranaje de Zarpa se pone en marcha, ponemos toda nuestra ilusión y cariño para que todo salga perfecto, que ese domingo sea especial para nuestros peludos y para todos los que os acercáis a compartirlo con nosotros, que conozcáis en persona a nuestros zarposos y muchos de vosotros os reencontréis con ellos.
Y empiezan los nervios, solicitar los permisos, preparar el cartel, hay que organizar los traslados de nuestros zarposos que están en la guardería hasta el Parque, poner en marcha a todos los voluntarios, movilizar todos los coches posibles para que estén allí y podáis pasear con ellos.
Hay que avisar con tiempo a las casas de acogida, para que acudan ese día con nuestros zarposos, algunos acuden desde sus casas andando, otros con sus vehículos y el que no puede siempre hay algún voluntario que va a buscarlo; avisar a los padrinos y madrinas de nuestros zarposos para que puedan verlos.
No hay que olvidar que hay que movilizar también a nuestras compañeras de Relaciones Públicas que cargan, montan y desmontan, las mesas con nuestras sudaderas, camisetas, pulseras y huchas para poder recaudar dinero para nuestros peludos, que está atendiendo a todos los que se acercan siempre con una sonrisa, no olvidemos que somos punto de encuentro de mucha gente que viene a preguntar, a informarse sobre acogidas y adopciones, y gente generosa que nos trae donaciones que les agradecemos de corazón.
Gracias de corazón a los compañeros de traslados, adopciones, acogidas, padrinos, relaciones públicas, responsables y voluntarios maravillosos sin los que todo esto no sería posible.
Es una mañana de reencuentros, presentaciones, abrazos, lametones, chuches y mucha generosidad por parte de toda la familia Zarpa, y de todas las personas, padrinos, madrinas y gente anónima que dedican su día de fiesta a que este mundo sea mejor.
GRACIAS A TODOS Y NOS VEMOS EL DOMINGO