Francisco Javier Aguirre.- En los tiempos que corren, se aplaude la aparición de libros tan bellamente concebidos en cuanto al fondo y la forma. 120 páginas ilustradas a todo color y una veintena de colaboraciones literarias componen la obra.
Según el poeta Antonio Colinas, que conoce la realización, el artista nació con ese don que supone transformar en belleza todo lo que toca. En esta ocasión, Irriguible acude a la fotografía para plasmar sus composiciones escenográficas. Utiliza un elemento tan aparentemente deleznable como las cenizas de los cigarrillos para componer auténticas esculturas fungibles que tienen el peso de lo que quedó en huella imborrable.
Los textos que acompañan, intercalados con las imágenes, están concebidos para dirigir la atención hacia ellas más que para reclamarse alicientes literarios del libro. Esta iniciativa tiene vocación de intemporalidad al tiempo que conecta en su contracubierta con algunas de las estrellas del firmamento artístico universal: Gaudí, Kandinsky, Tàpies y Paul Klee.
El autor lo presentará el próximo martes día 8, en el Teatro Principal, a las 20 h., simultáneamente con el poemario de Elena Peralta Entre las sombras de otoño, contando con la asistencia de Òscar Esquerda, editor de ambas publicaciones.
Francisco Javier Aguirre