ZBN./ El programa de Desarrollo Rural de Aragón que cuenta para el periodo 2014-2020 con 907 millones de euros cofinanciados por la Unión Europea, el Gobierno de Aragón y el Estado, empieza a implementar sus medidas más significativas con la publicación en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) de la orden por la que se convocan subvenciones en materia de modernización de explotaciones agrarias y de instalación de jóvenes agricultores, que ya pueden ser solicitadas por los correspondientes beneficiarios. A estas ayudas se suman las relativas a las estrategias Leader de desarrollo local ya convocadas el pasado viernes día 4 de marzo.
En total, este primer paquete supone en conjunto 42 millones de euros para atender solicitudes en este 2016: 15 millones para cada una de las dos primeras medidas y 12 para la de estrategias Leader. En los años sucesivos y hasta terminar en 2020 se realizarán sendas convocatorias de estas mismas ayudas.
La convocatoria para la incorporación de jóvenes incluye varias novedades que comienzan con la cuantía de la subvención, que puede llegar hasta 70 000 euros, cuando en ocasiones anteriores no podía superar los 40.000 Además, a los jóvenes que soliciten la ayuda no se les exigirá inversión previa, como se hacía antes, sino que acrediten una dedicación real a la explotación agraria y el mantenimiento de la actividad durante al menos cinco años.
Los jóvenes seleccionados recibirán un pago básico de 20 000 euros, que se podrá incrementar por la creación de un puesto de trabajo más (10 000 euros), por la ubicación de la mayor parte de la explotación (hasta 5000 euros), por el valor de la producción estándar de la explotación (hasta 20 000 euros) y en función del volumen de gastos necesarios para la puesta en marcha de la explotación (hasta 15 000 euros).
Otra novedad importante estriba en el carácter no excluyente de la ayuda en lo que a actividades admitidas se refiere, pues en esta ocasión no hay limitaciones de ningún tipo: cualquier actividad agraria es susceptible de ser subvencionada. Eso sí, será necesaria la presentación de un plan empresarial al que el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad otorgará un notable protagonismo a la hora de valorar las solicitudes (45 puntos sobre los 100 totales).
El director de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Jesús Nogués, destaca en este sentido que el procedimiento de concesión de las subvenciones se basará en el régimen de concurrencia competitiva y de acuerdo con los principios de publicidad, objetividad, transparencia, igualdad y no discriminación.
De hecho, y frente a lo que venía siendo práctica habitual, la actual convocatoria va acompañada de anexos muy detallados que permitirán a los solicitantes calcular ellos mismos la puntuación obtenida por su proyecto y la subvención que le puede corresponder, sin tener que esperar a la resolución administrativa. “Hemos querido facilitar este instrumento para dar al proceso un plus de transparencia”, ha señalado.
Por lo tanto, las solicitudes se evaluarán y ordenarán atendiendo a los criterios de valoración de estos anexos. No se aprobarán expedientes con una valoración inferior a 10 puntos y en caso de igualdad de baremo se priorizará al solicitante de menor edad.
Hasta un 45 % de subvención sobre la inversión realizada para modernización
En el caso de la modernización de explotaciones, la cuantía de la ayuda sí está determinada por la inversión realizada por el beneficiario y puede alcanzar un límite máximo del 25% de esta. A su vez, el volumen de inversión máxima subvencionable se sitúa en 120 000 euros por unidad de trabajo agrario y 500 000 euros por explotación.
El 25 por ciento señalado puede incrementarse hasta 20 puntos porcentuales más en determinados casos. Por ejemplo, cuando la inversión sea realizada por agricultores jóvenes que realicen su instalación de forma simultánea o la hayan realizado en los últimos cinco años, se aplica un incremento del 10%; lo mismo ocurre si esta se realiza en zonas de montaña.
Como novedad, en la modernización de explotaciones se contempla la inversión en parcela para la transformación de tierras de secano a regadío siendo que, hasta este año, solamente se contemplaba la modernización del regadío previamente existente. Además se incentiva la finalización de los proyectos de regadío relacionados con infraestructuras públicas ya ejecutadas por vía de dar una mayor prioridad a este tipo de actuaciones.
La convocatoria para jóvenes establece una limitación de edad (máximo 40 años) y de compatibilidad de actividades (no tienen acceso quienes estén realizando estudios reglados presenciales, salvo que sean de la rama agraria y se realicen en la provincia donde se encuentre la explotación o en una provincia limítrofe). Por su parte, la convocatoria para la modernización de explotaciones tiene como beneficiarios a los titulares de las mismas, sean personas físicas, jurídicas, comunidades de bienes o explotaciones de titularidad compartida.
Las solicitudes pueden presentarse hasta el próximo 30 de abril y a lo largo del mes de marzo se implementará una aplicación informática que permitirá realizarlas desde el domicilio del interesado, acudiendo a las oficinas del Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad únicamente a registrarlas.
Jesús Nogues recalca, por último, que estas ayudas tienen un carácter estructural, promoviendo la creación de empleo en el mundo rural a través de la generación de explotaciones agrarias profesionales y viables.
Desarrollo local
Las estrategias de desarrollo local Leader, cuya convocatoria se publicó en el BOA el pasado día 4, tienen una previsión económica de 113 millones de euros para el periodo 2014-2022. Esta primera convocatoria está dotada con 12 millones de euros y se complementa con ayudas para los gastos de gestión y explotación de las estrategias.
Dichas estrategias han sido elaboradas por los 20 grupos de acción local existentes en Aragón, con la participación de la población de los territorios hallándose adaptadas a las necesidades concretas de cada zona. Se trata básicamente de medidas de fomento de la diversificación de la economía del mundo rural, generando empleo en ámbitos como los del turismo rural, artesanía alimentaria o cualquier otra actuación que mejore la calidad de vida en dichas zonas.