Elena Lechon.- Hace algo más de dos meses nos llegó un aviso desde un pueblo de la provincia de Huesca, al parecer un cazador que al dejar la caza le sobraban sus perros, había abandonado a su reala, de 20 perros, en el monte.
Entre algunos desalmados les dieron caza a la gran mayoría de ellos, de hecho cuando llegaron nuestros ángeles de rescates sólo quedaban dos, un macho y una hembra.
Mambo, el macho, llegó a entrar en la jaula de rescate, pero se escapó, sin embargo, Mamba, la hembra, entró y se quedó.
Se fue a una de nuestras grandes familias de acogida, y enseguida vieron claro que Mamba no había tenido nunca ningún contacto con humanos, no sabía lo que era una caricia, ni mimos, ni mucho menos pasear con correa, se comportaba como una pequeña salvaje: destrozona, mordedora, gruñidora, …vamos una fierecilla sin domar.
El sexto sentido de María, su mami de acogida, le llevó a sospechar que Mamba podía estar embarazada, pidió cita en el veterinario para hacerle una ecografía, pero dos días antes de ir a la consulta, Mamba se escapó.
Se puso en marcha todo el equipo de rescates, al 200 %, el engranaje de emergencia zarposo en funcionamiento, pero nada, sólo un aviso de avistamiento y silencio, era como si se la hubiese tragado la tierra.
Tras dos meses de silencio, de pronto la semana pasada entra un aviso urgente que han visto a una perrita muy delgada en un pueblo muy cerca de donde se escapó, aparecía siempre buscando comida sobre la misma hora y en el mismo sitio.
Al ver la foto que enviaron a Zarpa las personas que dieron el aviso, no había duda, era Mamba, mucho más delgada, y por el tamaño de sus mamas, estaba recién parida, la situación era urgente, muy urgente.
De nuevo los ángeles al rescate, la intención era coger a Mamba junto a sus cachorros, pero por determinadas circunstancias no se puedo realizar así , de modo que con una sensación agridulce Mamba volvió a su casa de acogida sola.
La perrica estaba muy nerviosa, desesperada, tras pasar una mala noche por la mañana Mamba tenía las mamas muy muy inflamadas, y perdía leche, prueba irrefutable de que había sido mamá hacía poco tiempo y estaba dando de mamar a sus retoños.
Objetivo urgente: encontrar a los cachorros, así que de nuevo rescates al rescate, llegaron con Mamba, bien sujeta, al punto donde la recogieron, y empezó a andar sin parar, sin parar, así durante 2,5 Kilómetros, y les llevó hasta una torreta de palés abandonados, entre los cuales se metió sin dudar, y allí estaba la sorpresa, 4 hermosos cachorros, ante los que se tumbó y los peques empezaron a mamar como si no hubiera un mañana.
Mamba se escapó hace dos meses, porque tenía miedo por la vida de sus hijos, no era consciente de que había comenzado una nueva vida, tras parir sola, andaba cada día 2,5 Km de ida para comer y recorría otros 2,5 Km de vuelta para dar de mamar a sus hijos, si bien antes los dejaba a salvo escondidos en una especie de madriguera que les había construido bajo unos palés abandonados.
Ahora se recupera poco a poco, está genial con su familia de acogida, pero necesita un hogar definitivo, una familia humana que le devuelva lo que otro ser humano le quiso arrebatar: amor y cariño.
Y sus cachorros, cuatro machitos que también buscan familia, aunque de momento tienen que seguir junto a su valiente mamá, todavía los está amamantando.
No tengo letras, ni palabras, ni líneas suficientes para dar las gracias a todas y cada una de las personas que se han volcado en el rescate de Mamba y sus mambitos, ni el frío ni el cierzo, ni las horas, ni el cansancio, hasta que todos estuvieran a salvo no han parado, no escribo nombres porque no quiero dejarme a nadie, no me lo perdonaría, a todos y todas, gracias.
Si al leer la aventura de Mamba, estás interesado en su adopción o en ser su familia de acogida hasta tener un hogar definitivo contacta con nosotros en www.zarpa.org o en facebook.
