ZBN./ El pequeño comercio da empleo a miles de personas en Aragón, mejora la calidad de vida de los ciudadanos, asienta población en los núcleos urbanos y equilibra los servicios. Mantener las ayudas públicas del Gobierno de Aragón a las inversiones de los empresarios de comercio constituye un impulso vital para decenas de barrios de ciudades y de municipios rurales de la comunidad autónoma, a la vez que se genera empleo y desarrollo económico.
Así, el Consejo Aragonés de Cámaras de Comercio, Industria y Servicios defiende el apoyo público directo a los pequeños empresarios para que puedan abrir nuevos locales, modernizar las tiendas existentes, mejorar su equipamiento o incorporar tecnología para la venta por internet, entre otros objetivos.
En esta línea, las Cámaras de Comercio de Aragón han acordado instar a la Administración autonómica para que prosigan las subvenciones públicas a las empresas del sector durante el ejercicio de 2016.
Además de representar por sí solo el 5,5% del producto interior bruto (PIB) de la economía, un 15% de las empresas y más del 10% del empleo, el comercio minorista dinamiza los territorios y presta un servicio social imprescindible a la comunidad. El impacto de esos porcentajes resulta aún mayor en el medio rural.
Cada euro de ayuda pública que se concede para mejora de los equipamientos comerciales, genera además 9 de inversión, lo que contribuye de forma activa a generar actividad en muchos otros sectores provocando reactivación económica, además del retorno que supone para la Administración, vía impuestos.
El comercio desarrolla funciones de cohesión territorial y social de gran alcance.
Las Cámaras aragonesas insisten en que el comercio es un claro factor de equilibrio y de mejora de la calidad de vida, porque cumple muchas más funciones que el mero abastecimiento de las necesidades de los ciudadanos, ya de por sí importante. Asienta población, genera actividades relacionadas y forma uno de los yacimientos de empleo más importantes.
Otros valores estratégicos que aporta el comercio son la articulación funcional del espacio, la caracterización del paisaje urbano y la creación de zonas de relación social. Y, por último, uno de los grandes activos del sector comercial es su carácter abierto: cada año, miles de personas acceden a la actividad, tanto empleados como empresarios.