Rafael Castillejo./ Escucho algunas veces a gente que recuerda la Semana Santa de aquellos años como algo triste y aburrido y, sin embargo, para mí eran días de gran diversión porque, gracias a las reposiciones de antiguas películas, podía volver a disfrutar de algunas de las mejores obras histórico religiosas que se han rodado.
Cierto es que, como suele pasar en el cine con todos sus géneros, la calidad no era siempre la misma. Sin embargo, las de estos carteles que hoy expongo aquí, corresponden a algunas de las que más me emocionaron, tanto a mí como a millones de personas en todo el mundo.
Por si esto fuera poco, su proyección en cines de reestreno permitía ver por poco dinero alguna cinta que, pocos años antes, podía haber costado cuatro o cinco veces más. No importaba la incomodidad de las viejas butacas de madera. Entonces, por no tener, no teníamos ni dolor de espalda.
Cualquier película se disfrutaba al máximo, sin necesidad de tantas comodidades ni lujos como tienen las modernas salas de hoy en día.
Lástima que las absurdas nuevas versiones que se han hecho de algunos de estos títulos han podido crear malentendidos entre los jóvenes y pueden creer que aquel era un cine aburrido, cuando en realidad ofrecían momentos de gran tensión y amenidad al igual que las mejores películas de aventuras.
Solo la carrera de cuadrigas de «Ben-Hur» dirigida por William Wyler en el año 1959 tiene más emoción que todos esos prescindibles remakes. Por cierto… pronto se estrenará el de «Ben-Hur». Qué miedo me da.
Rafael Castillejo
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