ZBN./ “Se trata también de facilitar al consumidor el valor añadido que supone consumir directamente productos del campo”, según el director general de Alimentación y Fomento Agroalimentario, Enrique Novales
“Hay muchas razones para impulsar esta ley, pero yo quiero poner el énfasis en el agricultor y el ganadero, a los que queremos ayudar a conectarse con el mercado”.
Con estas palabras el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, ha clausurado la jornada sobre la venta de proximidad de productos agroalimentarios que se ha celebrado en Huesca y a la que han asistido cerca de dos centenares de profesionales del sector. Olona ha añadido, por otro lado, que “hay que asumir que el valor añadido también se genera en las propias explotaciones agrarias y que esta es una forma de mejorar la renta de los agricultores y ganaderos, uno de nuestros objetivos”.
Previamente, el director general de Alimentación y Fomento Agroalimentario ha explicado, por su parte, que lo que se pretende con la ley que impulsa el Gobierno de Aragón es “favorecer al pequeño productor, mejorar su rentabilidad y diversificar sus fuentes de ingresos, fomentando, al mismo tiempo, su competitividad”. Las explotaciones beneficiarias deberán estar dentro del territorio de la comunidad autónoma y vender alimentos de producción primaria o transformados por el propio productor.
Por otra parte, la ley está también pensada para favorecer al consumidor. En primer lugar, para garantizar la calidad y la seguridad de los alimentos que se le vendan de esta manera. Pero también para que pueda disfrutar de valores añadido, como el de acceder directamente a productos del campo que, además, han sido producidos “en un contexto de sostenibilidad medioambiental”, en palabras de Novales.
El director general ha insistido en que la nueva norma regulará y fomentará la venta de proximidad cuando se trate de producciones o elaboraciones propias del agricultor y ganadero y que existirá un registro voluntario de acreditación para estos o sus agrupaciones.
Se contemplan, por otra parte, dos tipos de venta. Por un lado, directa, sin intervención de intermediarios y en un radio de acción de 80 km de la explotación. La otra modalidad es la de circuito corto, en este caso con la admisión de un único intermediario y dentro del mismo rango de distancia.
Los productos que se amparan, ha indicado Novales, son los de origen vegetal y los de origen animal sin transformación.
No entran, por ejemplo, la caza, la pesca y recolección de productos silvestres, los animales vivos, excepto caracoles, la leche cruda o a granel y la carne no sacrificada en mataderos autorizados. Por último, en su presentación el director general ha anunciado la creación de una logomarca específica que sirva para identificar a los productores acogidos a este tipo de comercialización y a los establecimientos (siempre minoristas) que participen en ella.
La jornada de hoy ha dado inicio a un periodo de reflexión en torno al borrador de la ley con el que el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad pretende recibir las aportaciones que puedan contribuir a su enriquecimiento. “Os pedimos que colaboréis en su desarrollo, pues este texto solo es un punto de partida”, ha señalado el consejero a los asistentes.