ZBN./ El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, se ha mostrado en total desacuerdo con el contenido de la proposición de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) que hoy se debatirá en el Congreso de los Diputados para revisar el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro y ampliar el caudal en esa Comunidad es «un disparate» y supone «una visión sesgada y poco solidaria» de la gestión del río.
En una visita al municipio ribereño de Novillas, donde ha conocido el estado de las obras que se realizan en la localidad tras los daños causados por las riadas, Lambán ha asegurado que la proposición de ERC «es un disparate integral, es tratar de determinar desde una visión muy particular y absolutamente egoísta de los intereses del Ebro la política entera del Ebro».
Por ello, -ha añadido- «no estamos de acuerdo» y se ha mostrado tajante al afirmar que «estoy radicalmente en contra» de esta PNL que sugiere adoptar «una visión sesgada y poco solidaria de cómo se tienen que producir las cosas en relación con la gestión del Ebro».
A su juicio, el Plan Hidrológico de Cuenca otorga un tratamiento al Delta del Ebro “excesivamente generoso» y ha subrayado que «somos más generosos los aragoneses que el resto de las comunidades de la cuenca con el caudal ecológico del Ebro que la propia Cataluña». En este sentido, ha mostrado su esperanza en que la proposición no de ley de ERC decaiga y ha apuntado que ya ha transmitido al grupo parlamentario Socialista en el Congreso que «estoy radicalmente en contra de esa PNL».
Obras en Novillas
En su recorrido por las localidades ribereñas que resultaron más perjudicadas por la crecida del Ebro, el Presidente de Aragón, acompañado por el alcalde de Novillas, José Ayesa y varios diputados provinciales, han visitado las obras que se están realizando en el puente. La infraestructura contará con un ojo más para que las aguas puedan circular mejor sin causar aprisionamientos y generando más destrozos. Además, se han llevado a cabo obras en estructuras, caminos y riegos.
El regidor municipal se ha mostrado satisfecho con estas actuaciones pero defiende la limpieza del río y la creación de zonas inundables, aunque limite algunos cultivos, porque al retranquear las motas dejan mayor circulación a las aguas. Ayesa asegura que los municipios ribereños se encuentran “prisioneros de una ley hecha a nuestras espaldas y provoca que la presión del agua conduce a los cascos urbanos y cause mayores destrozos para el erario público”.