Beatriz Sastron.- En el artículo de hoy queremos presentaros a Claudia y Daniel, una pareja que abrió su corazón y su casa a Pepper, que no dudó un momento en ser su casa de acogida y darle un hogar, una familia de tres, no nos olvidemos a momo, que llenan de amor y cuidados a nuestro zarposo. gracias chicos por ser como sois, un ejemplo de generosidad que nos llena de orgullo a todos los que formamos Zarpa.
-¿Cómo conocisteis Zarpa?
Conocimos a Zarpa después de adoptar a nuestro gato Momo. Comenzamos a seguir a distintas asociaciones por Facebook para estar al corriente de los diferentes eventos que realizaban y así poder ayudarlas.
-¿Porque os decidisteis a ser casa de acogida? ¿Es la primera vez?
Es la primera vez y desde hace muy poco, desde diciembre, pero estamos seguros de que no será la última. La decisión de ser casa de acogida vino por casualidad ya que realmente estábamos buscando un compi gatuno para nuestro pequeño.
Estábamos mirando en diversas asociaciones hasta que leímos en Zarpa que un gato requería una casa de acogida con urgencia. Sin apenas pensarlo dos veces, nos animamos a ayudarle y abrirle las puertas de nuestro hogar.
Pepper es nuestro primer gatito de acogida y ha dejado huella en nuestro corazón. Esa huella permanecerá por siempre aunque el ya no esté a nuestro lado.
-¿En casa estabais todos de acuerdo?
Por supuesto que sí, eso es algo vital para el bienestar del nuevo gatito. A los dos nos gustan los animales, en especial los gatos por todas sus cualidades.
-¿Qué conlleva ser casa de acogida?
Ser casa de acogida es ayudar a rescatar a aquellos animales que tienen un futuro incierto y prepararles para su nueva vida, para su nueva familia, para el calor de un nuevo hogar…
Le ofreces la oportunidad de vivir, de no pasar frío ni hambre, de cuidarlo cuando esté enfermo, a superar sus miedos, a darse cuenta de que no todos los seres humanos son malos. Le permitirás saber lo que es sentirse querido, y poder vivir en una casa junto a una familia, hasta que encuentre la suya propia.
Pero la experiencia no es solo pare él, sino también para nosotros.
Lo mejor de ser casa de acogida, sin duda alguna, es el amor incondicional que recibes por parte de ellos. En nuestro caso sus ronroneos, caricias y compañía.
-Contad la experiencia, ¿Repetiríais?
Pues es algo increíble. Tenemos un gato, pero pensamos que podíamos hacer un hueco a un segundo y así darle compañía al nuestro.
Nuestra primera y única acogida por ahora es Pepper, una panterita negra. Cuando llegó era desconfiado, miedoso y tenía algo en los pulmones. A día de hoy se ha convertido en un gato completamente diferente sano, cariñoso, juguetón y muy muy mimoso, es todo ternura.
Aún no ha tenido suerte con las adopciones porque es muy tímido, lleva algo más de tres meses en casa, pero sabemos que pronto le llegará su ángel y que gracias a nosotros ese gatito tiene un sitio calentito donde estar, donde le quieren, juegan con él y le dan de comer.
No hay mejor regalo que su mirada y sus ronroneos, sientes que estás haciendo lo mejor del mundo al ayudarle.
Sé que nos va a dar muchísima pena cuando lo tengamos que dar, pero nos consuela saber que va a ir a una casa y que al irse él, podremos ayudar a otros.
Desde luego pensamos seguir acogiendo, es algo maravilloso.
-¿ En qué condiciones llegó?
Llegó muy delgado y sucio, eso externamente, lo más preocupante era su comportamiento miedoso, asustadizo y con falta de confianza hacia los humanos.
Apenas salía de su transportin, solo para comer. Aún así entrábamos en su habitación, nos sentábamos en el suelo al lado de su transportin para que nos viese, fuera oyendo nuestra voz, nos pudiera olfatear aunque fuese a distancia, para así ir poco a poco ganándonos su confianza.
Solo de imaginarnos lo que ha podido sufrir se nos estremece el corazón…
-¿Decidnos que os aporta ser casa de acogida?
Una gran satisfacción de ver cómo evoluciona y mejora con el tiempo. Saber que estamos haciendo algo maravilloso por ellos, tener la certeza de que estamos ayudando en mayor o menor medida a que el mundo sea más respetuoso, y quién sabe, puede que hasta concienciar a la gente para que no les abandone o animar para que sigan nuestros pasos, ya que al ser una experiencia tan alucinante lo comentas con las personas que conoces o tienes cerca y no tan cerca ya que lo difundes por distintas redes sociales. En definitiva es estupendo, una experiencia digna de ser vivida.
-¿Qué le diríais a alguien que se está planteando ser casa de acogida?
Que no lo dude. Que la satisfacción de hacer algo tan maravilloso como es ayudar a un gatito es indescriptible. Se tiene que tener en cuenta que es algo temporal… Aunque quién sabe… Puede que termines con un miembro más en la familia. Por lo demás todo son ventajas.
Es necesario que todos los miembros de la familia estén de acuerdo con esa decisión.
La gratitud que recibes de ellos es muy reconfortante, ver en sus ojitos todo el cariño que te tienen donde antes había miedo e inseguridades.
Animaría a todo el mundo a probar esta experiencia, es algo difícil definirla con palabras, y añadir una última reflexión adopta no compres.
Beatriz Sastron.-