ZBN./ Aspanoa, la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón, inaugura este martes 26 de abril, a las 19.00, su XXI Exposición y venta de arte contemporáneo en el Museo Pablo Serrano de Zaragoza. Se trata de una muestra que recoge un centenar de obras que otros tantos artistas han cedido a la asociación, de forma que los ingresos que se obtengan por su posible venta irán destinados a sufragar todos los servicios que Aspanoa ofrece a los niños con cáncer y sus familias.
La muestra ha ido consolidándose con el paso de los años y forma ya parte esencial del panorama cultural aragonés. Prueba de ello es que, entre los 100 artistas participantes en esta edición, se encuentran cinco premios Aragón Goya: Natalio Bayo, Julia Dorado, Rafael Navarro, Teresa Ramón y Juan José Vera. Junto a ellos hay un numeroso grupo de artistas independientes y otros pertenecientes a la Agrupación de Acuarelistas de Aragón (AADA) y a la Asociación de Artistas Figurativos Aragoneses (ADAFA).
La muestra permanecerá abierta hasta el día 6 de mayo. El horario es de 10 a 14 y de 17 a 21 de martes a sábado; exclusivamente de 10 a 14 los domingos y festivos; y los lunes permanecerá cerrada.
La exposición de arte contemporáneo a beneficio de Aspanoa es, junto al partido de veteranos del Real Zaragoza, el evento solidario más importante que esta asociación organiza cada año.
Aspanoa es una asociación con 28 años de historia y declarada de ‘Utilidad pública’. Su objetivo principal es mejorar la calidad de vida de los niños con cáncer y apoyar a sus familia. Para ello, dispone de un equipo multidisciplinar de profesionales compuesto por dos psicólogos, una trabajadora social, un fisioterapeuta, una musicoterapeuta y una responsable del equipo de voluntarios y del Club de Tiempo Libre.
La ayuda que presta Aspanoa se completa con un piso de acogida junto al Hospital Infantil Miguel Servet -que pueden utilizar de forma gratuita todas aquellas familias que tengan que desplazarse hasta Zaragoza para que sus hijos reciban tratamiento-, el pago de las comidas de un acompañante del niño ingresado -de forma que el padre o la madre pueda estar el máximo tiempo apoyando a su hijo sin necesidad de abandonar la habitación para desayunar, comer o cenar-, y una residencia en Almudévar, en la provincia de Huesca, pensada sobre todo como lugar de respiro para las familias después de las largas temporadas que tienen que pasar en el Hospital.
Cada año, Aspanoa ayuda a una media de 45 niños a los que se les acaba de diagnosticar un cáncer, además de seguir apoyando a todos aquellos que se encuentran en cualquier fase de la enfermedad o que han logrado superarla pero se encuentran recuperándose de las secuelas.