Ángela Medrano .- Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona. Desde 1997 hasta 2005 dirigió el programa Crónicas marcianas emitido en Telecinco que fue además el más visto en las noches televisivas españolas y por ello distinguido con la Rosa de Plata del Festival de Montreux en 1998, y el Premio Ondas del año 2000.
Tras la finalización del programa Crónicas marcianas se retiró voluntariamente de la televisión durante dos años, regresando en mayo de 2007con el programa de viajes Dutifrí, también en Telecinco. Por este mismo programa recibió el premio Antena de Oro de Televisión de 1997, el Premio de la Academia de Televisión de 1999 al Mejor Comunicador de Programa de Entretenimiento y el TP de Oro de 1997, 1998, 2002 y 2003 al Mejor Presentador. También fue Premio Ondas Internacional por otro programa La bisagra en 1989 donde Javier inventó inspirándose en sus recuerdos familiares al impagable y socarrón señor Cascamajó con el que mantenía cínicos y deslumbrantes diálogos desmenuzando la actualidad y sus protagonistas.
– Sardá, periodista independiente, valiente y sobre todo positivo y divertido… ¿En este país se penaliza ser un poco «marciano»?
«A ver…se penaliza…algunas puertas se cierran, a veces me digo qué bien!! hoy me he cerrado una puerta, hoy media…sí es cierto algunas puertas se cierran porque es imposible tener contento a todo el mundo en el momento en que te posicionas…y dices claramente lo que piensas.»
– ¿Nos vamos a tener que mudar a la luna Javier? porque parece que esto no hay quien lo arregle…
«No, no…hay que confiar, además aquello debe ser muy aburrido. No, una cosa es el ambiente de aquí pero yo no, no estoy pensando en irme a la luna.» Dice que prefiere quedarse, supongo yo que este hombre sagaz, astuto y persuasivo ve el actual panorama nacional y político como un auténtico reto para su mordaz análisis, para lanzar sus argumentos convincentemente naturales y plenos de sentido común y con ello, sentar cátedra y llevarse al huerto con mucha dosis de socarronería a las audiencias de los programas en los que ahora participa como tertuliano aportando su visión personal llena de aristas con la que muchos se sienten, nos sentimos identificados.
– Javier a la vista nuevas elecciones y posiblemente una nueva serie de negociaciones, ¿qué prefieres en la negociación, las Artes Amatorias de Venus o las Artes Marciales de Marte?
«Siempre las amatorias. Marte es guerra y de artes marciales ya hemos tenidos suficiente, no? hay que ponerle más amor, más cariño…» Una gran parte de los minutos de su charla precisamente la dedicó a desentrañar la situación política actual y entre otras perlas nos dijo aquello de que él no tenía un especial sentido nacional, ni catalán ni español…no deja de ser la verbalización del sentido y el sentimiento político de la gran mayoría de nosotros que lo que buscamos y ansiamos es vivir en paz, en armonía, sin que los conflictos o las diferencias política afecten a la calidad de vida y a los derechos básicos y fundamentales que tenemos los seres humanos…y digo yo! que para dar satisfacción a necesidades tan básicas como la vivienda o el empleo, nuestros políticos deberían emplearse mucho menos en debatir de asuntos tan elevados y alejados y centrarse en ponerse de acuerdo para la gestión de lo que nos garantizaría a todos los ciudadanos, seamos de dónde seamos, una vida digna.
– ¿Dónde orbita ahora mismo Javier Sardá, por donde quiere continuar su desarrollo profesional?…Lo tiene claro y con irónica sonrisa me mira y me dice;
«Yo ya solo de tertuliano…ya ha pasado mi momento de conducir programas como Crónicas…No me planteo nada más en este momento». Y para qué más? me pregunto yo, está claro que la televisión es su medio y ahora sigue triunfando en otro rol, en otro papel, siempre al límite entre la calidad por diferenciación y originalidad de contenidos y la telebasura, infoentretenimiento al fin y cabo, una nueva forma de que los públicos, los televidentes estemos informados de una manera mucho más lúdica y por qué no decirlo más plural, porque los personajes y personas que habitan estos programas son peculiares, aportan distintas visiones de un mismo tema y sí, a veces resulta un espectáculo algo macabro y de opereta escuchar y ver darse hasta en el carnet de identidad en ese fuego cruzado de verborrea tertuliana pero quién de nosotros no se ha sentido secuestrado algunos minutos por ese canto de sirenas…Sardá sabe de esto y por eso aún en ese contexto se maneja con cierta clase que precisamente le hace ser respetado y querido, que se siga contando con él…
– Javier, para Zaragoza Buenas Noticias, me regalas un mensaje positivo?
«Sí, que hoy es un día para sentir Nostalgia…Se puede estar peor no?, pues eso a mí me gusta considerar que cada día es único y no hay tantos por lo tanto hay que vivirlos siempre con una buena perspectiva y una sensación agradable» . Un mensaje y un consejo nada, nada marciano.