Redacción.- La devoción del pueblo de Zaragoza por la Virgen del Pilar se halla muy arraigada desde épocas remotas, en que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como «una antigua y piadosa creencia».
Muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición con una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de estos acontecimientos. El más antiguo de estos testimonios es el famoso sarcófago de Santa Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV. El sarcófago representa en un bajo relieve la aparición al Apóstol Santiago.
La devoción se extiende de una forma fehaciente desde la existencia de una antiquísima cofradía dedicada a Santa María la Mayor de Zaragoza, documentada a partir del año 1286 mediante un testamento en forma de carta partida en el que se hace referencia a esta institución religioso-benéfica, que perduró hasta el siglo XIX.
Por este motivo, el 27 de mayo de 1642 el municipio de Zaragoza proclamó a la Virgen del Pilar patrona de la ciudad, patronazgo que se extendió a todo el Reino de Aragón en las Cortes aragonesas de 1678. Acumula otros patronazgos, entre los que destaca el del Cuerpo de la Guardia Civil, de cuyo nombramiento se cumplen durante este año 2013 cien años desde que el 8 de febrero de 1913, el Rey Alfonso XIII firmó la Orden por la que se proclamó Patrona de la Guardia Civil a la Virgen del Pilar.
También es patrona de la Hispanidad, que no quiere decir que lo sea de España, aunque ese día se celebre coincidiendo su festividad con la Fiesta Nacional. La devoción a la Virgen del Pilar es reconocida como Tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.