Leticia Calvete.- Entrevistamos al arquitecto, dibujante, humorista y escritor “Peridis” tras la publicación de su segunda novela histórica. Tras ser galardonado con el Premio Alfonso X el Sabio por Esperando al rey, se embarca en esta nueva aventura literaria para homenajear a la reina Leonor, cuya vida fue desconocida pero absolutamente impresionante”.
– Usted estudió Arquitectura, ¿qué hizo que empezase a escribir y dibujar tiras e historietas?
“Yo de niño jugaba en un Monasterio en ruinas al lado de mi casa y se lo enseñaba a los turistas. Las bóvedas que estaban cayéndose y el claustro me impresionaba. Luego en mi pueblo había un sastre que tenía una caricatura y me impresionó cómo se parecía tanto con tan poco. Al final mi primer trabajo, ya que mi padre no podía pagarme mis estudios, fue en una librería editorial en la calle de Quevedo, esquina Cervantes enfrente de la casa de Lope de Vega. Estos precedentes me han llevado hasta lo que soy ahora mismo. Me ha gustado siempre la profesión de arquitecto.
Principalmente, me he dedicado a rehabilitar edificios, me ha gustado contarlo en la serie de televisión “Las claves del Románico” y hacer una novela es como hacer un edificio: los historiadores hacen la estructura, los novelistas hacen los pisos e incluyen a los personajes y además les dan vida, y el lector los viste y los acompaña. Yo he entendido la novela como contar el proceso de construcción de un edificio y realizar la función que me toca que es coger de los historiadores la estructura que han hecho y empezar a añadir a los personajes de forma que yo me divierta con ellos y que el lector los disfrute”.
– En 2014 fue galardonado con el Premio Alfonso X el Sabio por la publicación de su novela “Esperando al Rey”, ¿es por este motivo por el que ha decidido escribir una nueva novela histórica o es porque es el género con el que más a gusto se siente y que más le interesa?
“Me interesa el que más ahora como autor porque he contado el Románico que es el arte de ese tiempo. Los historiadores cuentan la historia, el arte va por un lado y la historia por otro pero se juntan. La reina Leonor hace el Monasterio de Las Huelgas, la reina Sancha, que es su rival en algunas cosas, hace el Monasterio de Sigena. El edificio te dice mucho de los personajes y los personajes se expresan en el edificio que hacen. Yo lo que veo es novela histórico-artística que es un género nuevo. Las reinas tenían mucho que ver con la construcción porque esos edificios iban a ser su sepultura y su retiro si se quedaban viudas o eran repudiadas o para sus hijas solteras. En el fondo, el monasterio era su obra, su sepulcro y era también donde le iban a rezar sus descendientes porque salvarse y ganar la vida eterna era muy costoso”.
– ¿Por qué decidió que la protagonista de su última novela fuera la reina Leonor?
“Leonor era mujer de Alfonso VIII, hermana de Ricardo Corazón de León y de Juan Sin Tierra e hija de Leonor de Aquitania, lo que la convierte en un gran personaje. Sin embargo, es un personaje bastante desconocido. También es la abuela de San Fernando y de San Luis de los franceses. Una persona que educa a Blanca de Castilla de forma que es capaz de ser una gran regente de Francia o una mujer que educa a Berenguela que es la madre de Fernando el Santo debe recibir un homenaje”.
– Llama la atención el impactante título de la novela, ¿realmente existió tal maldición?
“La maldición hace referencia a que su familia estaba maldita porque morían los primogénitos, tenían un carácter muy violento y eran muy pasionales, especialmente los varones.. La amante del padre de Leonor era Rosamunda, la famosa Rosamunda de la ópera y la leyenda. Leonor de Aquitania, que es su madre, es una mujer de leyenda, está en la Segunda Cruzada y deja al rey de Francia para casarse con un joven rey de Inglaterra. Su padre mata a Becket. Sus padres y su hermano son personajes de novela, de leyenda y de película. Y ella, por supuesto, también lo es”.
– En la novela uno de los temas a los que se alude es el amor y los celos, ¿se podría asemejar, en este aspecto, la reina Leonor a Juana La Loca?
“Siempre es la misma historia aunque también dependía de la edad. El papel de la mujer era difícil ya que las casaban con quien las casaban y los hombres eran normalmente infieles. Por ejemplo, el padre de Leonor era muy infiel y en esa época se tenía a los bastardos en la Corte. Era natural que conviviesen los hijos legítimos con los del fuera del matrimonio. A un bastardo le daban un castillo, al otro lo hacían obispo para que no estuvieran hijos del rey por ahí tirados. A Alfonso VIII no se le conocen hijos bastardos. A pesar de todo esto, yo creo que fueron un buen matrimonio pero eso no quita que tras cuarenta años de vida en común cometieran adulterio y escarceos amorosos”.
– Uno de los personajes destacados de la novela es Ricardo, el arquitecto encargado de la construcción del Monasterio de Las Huelgas, en Burgos. ¿Este personaje es real o ficticio? ¿Tuvo una relación demasiado cercana con la reina?
“Es un personaje adaptado. No consta en absoluto que mantuviera una relación con la reina Leonor. Ambos eran de edades semejantes. Él viene de Inglaterra y hace el Monasterio de Las Huelgas en Burgos y el Monasterio de San Andrés de Arroyo en Palencia. Allá por el año 1205 le regalan una finca en un pueblo de Palencia. En ese momento ya han pasado veintitantos años desde que ha venido. Da la casualidad que se llama Ricardo como el hermano de la reina. Por estos motivos, es un buen personaje para la novela porque da mucho juego ya que permite ver como la reina se apasiona con la construcción del Monasterio para distraerse de los celos del marido. Entonces llega el arquitecto y en esa época los trovadores inventaron el amor. En alguna medida es el “dulcineo” de la reina”.
– La construcción del Monasterio de Las Huelgas transcurre en paralelo a la acción principal y marca alguno de sus tiempos, ¿por qué es tan crucial para la trama?
“Es quizá el Monasterio cisterciense junto con Poblet, que es más tardío, más grande de España, el más luminoso, el más alto, está con el sepulcro de los reyes, tiene influencia borgoñona y normanda, y es cisterciense aunque contraviene muchas de las normas del cister que es que fueran sobrios y más pequeños. Es de una belleza extraordinaria y es muy importante porque ahí se van a enterrar durante varias generaciones los reyes de Castilla. Se llama de Las huelgas porque en el los reyes holgaban, es decir, descansaban”.
En la novela aparecen reflejados multitud de castillos, edificios religiosos y palacios importantes de la época. Como buen conocedor del arte y experto en arquitectura, ¿destacaría alguna de estas edificaciones sobre el resto por su importancia en la novela y por pasar a la Historia?
“El pórtico de la Gloria y se comienza la construcción de la Catedral de Cuenca. También el monasterio de Sigena encargado por la reina Sancha, que actualmente se dispuesta el tema de las pinturas llevadas a Cataluña y reclamadas ahora por Aragón. En general, pequeñas iglesias románicas. También el Alcázar de Toledo en el que viven los reyes y que tiene baños, algo muy importante para los monarcas por higiene y erotismo. Venían sucios de la guerra pero en aquella época nadie podía permitirse tener agua caliente en el baño solamente los monasterios y los palacios reales”.
– ¿Cree que la vida de la reina Leonor podría llevarse a la gran pantalla para que dejase de ser desconocida para muchos?
“Sin duda alguna se merece una película como homenaje. Ella tiene que casar a su hija con el enemigo del padre que es tío de ella y saben que el Papa los va a separar porque cometen incesto. En la novela, en la que hay un árbol genealógico algo incestuoso, se tenían que casar entre ellos y no podían casarse porque eran primos pero si no lo hacían tenían que ir a países como Noruega, Dinamarca o Inglaterra a buscar una pareja, lo cual era complicado y problemático”.
– Ahora se encuentra inmerso en la promoción de “La maldición de la reina” pero, ¿cuáles son sus proyectos más cercanos?
“La siguiente novela. La primera es la separación de los reinos, la segunda el conflicto entre los reinos y la tercera el conflicto entre el padre y el hijo porque este último hereda un reino y el padre está en el otro. Al final el padre declara la guerra al hijo y todo eso con la Reconquista, la Cruzada, las excomuniones como telón de fondo. Finalmente, quiero que se trate de tres novelas. Una vez que acabe con estas tres me planteo cambiar totalmente de registro. Me gustaría escribir sobre algo que me preocupa mucho y que es el desempleo. También sobre la dificultad de las relaciones entre padres e hijos. No me importaría escribir novela erótica, tan de moda en los últimos tiempos, aunque en La maldición de la reina Leonor se encuentran episodios relacionados con este tema realmente cómicos y desternillantes”.
