Jesús Rivilla. ¿Cómo es posible que a estas alturas no seamos conscientes de que el ejercicio es algo muy serio? Seleccionar mal un movimiento, ejecutarlo con mala técnica o realizarlo con una dosis inadecuada lleva, en el mejor de los casos a fracasar, y en el peor a producir daños de salud que pueden ser terribles.
Lo reconozco abiertamente, me enfurezco sobremanera cada vez que escucho hablar de ejercicio físico como quien habla de recetas de cocina. Va más allá de la mera irritación que me producen los continuos mensajes publicitarios donde todo es fácil y rápido, más allá de la náusea que me genera leer las mismas publicaciones todo el tiempo. Se trata de un cabreo visceral y racional a la vez, un enfado que me produce enormes ganas de gritar ¡BASTA YA!
Gritar a los profesionales del ejercicio: ¿Es que no os dais cuenta de que no estamos transmitiendo el mensaje más relevante? El ejercicio es algo serio, trátalo como tal. Todo lo demás, los servicios, los productos, las formaciones,… están supeditados a este mensaje.
Gritar a los medios: ¿Por qué no asumís vuestra responsabilidad de publicar verificando vuestras fuentes y contrastando la información?, ¿Por qué diablos no consultáis a expertos en ejercicio cuando habláis de ejercicio?, ¿Acaso no hacéis eso cuando habláis de medicina, psicología, astronomía o cualquier otra ciencia?
Gritar a todos: ¿Es que no os dais cuenta de que el ejercicio puede dañar de forma irreversible?, ¿Es que no sois conscientes de lo ignorantes que somos como sociedad en materia de salud y ejercicio?, ¿Acaso no os dais cuenta de que esa ignorancia os convierte en un blanco fácil para la industria y marketing del engaño?
Y así nos va, la consecuencia de una sociedad que minusvalora la importancia de una correcta prescripción del ejercicio es un sinnúmero de fracasados – personas que no avanzan hacia sus objetivos de salud, estética o rendimiento – y, lo que es peor, un aumento terrible de lesiones y patologías generadas por el ejercicio ¡Pero el ejercicio es salud! Si te lesionas estás produciendo el efecto contrario.
“Haz ejercicio” o “Haz un poco de ejercicio todos los días” no es un buen paradigma porque es incompleto ¿Qué ejercicio?, ¿Cuánto es poco?, ¿Cuál es la técnica correcta?,… Con este paradigma es imposible que la sociedad constate el tremendo impacto positivo del ejercicio físico. Deben imponerse dos nuevos paradigmas para ello:
1.- El ejercicio es algo serio, trátalo como tal
2.- No hagas ejercicio sin la supervisión de un profesional