ZBN./ El consejero de Urbanismo y Sostenibilidad Pablo Muñoz ha comparecido para explicar la solución que había anunciado hace unos días para “salvar Averly de la picota”. Esta alternativa, como ya había advertido, “es la última decisión posible antes de dar la licencia de derribo, porque el tiempo se acaba y tiene que ver con una decisión política de al menos tres grupos de conservar toda la factoría”.
Para posibilitar esta decisión, el Consejero Pablo Muñoz avanzó que presentaría una solución que cumpliera tres principios políticos: “que salve toda la factoría Averly en su conjunto, que no le cueste dinero al Ayuntamiento y que por tanto se respeten los derechos de la propiedad”.
Así, cumpliendo esto principios, el teniente de alcalde de Urbanismo ha presentado una propuesta que pasa por aceptar las alegaciones de APUDEPA, que proponían el catalogar el 100% del edificio, modificar el PGOUZ para convertirlo en un equipamiento público, trasladar las viviendas a un espacio y rehabilitar toda la factoría. La técnica utilizada, que viene avalada por varios informes favorables del servicio, hace una resolución anticipada de las alegaciones de APUDEPA e inicia la modificación del PGOUZ para calificar toda la zona como equipamiento. Posteriormente delimita un área discontinua y traslada el aprovechamiento resultante en el área E-19 ampliando el área a otra zona donde se materializan los mismos.
La decisión final sobre donde trasladar el aprovechamiento urbanístico, según a anunciado el Consejero, “se hará de común acuerdo entre los grupos que acepten la propuesta de la protección y la configuración en un equipamiento público de la factoría y de manera negociada con la propiedad”. “Con esta solución intentamos que nadie pierda y que se puedan incluso obtener fondos para la rehabilitación de la factoría y su transformación en un centro cívico, social y cultural de ámbito de ciudad y de relevancia nacional”.