ZBN./ Desde mediados del mes de junio florece en el Pirineo de Huesca la que se considera la más bella orquídea de la Península Ibérica, el zapatito de dama (Cypripedium calceolus), que es también la más amenazada, pues solamente existen 11 poblaciones en España, 6 de ellas en Aragón.
Esta especie botánica catalogada como “en peligro de extinción” está protegida y vigilada desde 17 años por el Gobierno de Aragón, lo que está facilitando su lenta pero estable recuperación.
Además, durante esta primavera se está haciendo el seguimiento de un nuevo núcleo descubierto en el 2015 en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, con más de cien individuos -o “pies”- del zapatito de dama, diez de los cuales son no vegetativos, es decir, se trata de ejemplares que florecen. Un dato que los técnicos consideran esperanzador, pues se produce en una población calificada como “en estado crítico”.
En los montes de Sallent de Gállego (Huesca) el plan de recuperación de la especie está dando resultados muy satisfactorios que permiten compatibilizar la protección estricta de la planta con una cifra de visitas que se acerca a las 2000 anuales. El buen estado de conservación de esta colonia, la mayor de todas, la hace muy atractiva para el turismo de naturaleza.
No obstante, a pesar de que la citada población es grande crece ligeramente, el nivel de carga de visitantes empieza a ser preocupante y los servicios técnicos de la Dirección general de Sostenibilidad ya plantean la posibilidad de tener que buscar nuevas fórmulas para regular el acceso de personas.
Otros trabajos que se han venido acometiendo para garantizar la conservación de la orquídea han sido, por ejemplo, el vallado de poblaciones sensibles al pisoteo o a la acción de animales herbívoros, los experimentos de germinación in situ con más de 200 000 semillas embolsadas, los conteos periódicos y una investigación científica que ayuda a realizar diagnósticos acertados para la gestión de la flora amenazada.
A todo ello se suma la reciente realización de una publicación técnica de seguimiento de la flora vascular de España que ha editado el Magrama (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) y que está dedicada a dos joyas vegetales presentes en Aragón: la Borderea chouardii y el zapatito de dama.
Ha sido realizada por los biólogos Daniel Goñi, María Begoña García y David Guzmán, y en ella se hace un seguimiento demográfico -a través de censos- mediante el cual se analiza el estado de conservación de las dos especies. Para el zapatito de dama se dispone de series de seguimiento con más de quince años que arrojaron en 2014 un total de 6608 ramilletes (brotes o tallos) censados en Aragón -2668 reproductores-, de los más de siete mil existentes en toda España.
La publicación se puede descargar aquí libremente en formato pdf
Joya viva. El zapatito de dama (Cypripedium calceolus) habita en bosques, prados y pastos del Pirineo, sobre sustratos calcáreos. Presenta una flor muy grande y vistosa, de color marrón y amarillo, que tiene una forma peculiar ya que le sirve como trampa para insectos que, una vez en su interior, se ven obligados a realizar unos movimientos que aseguran la polinización cruzada.
La distribución de esta especie es eurosiberiana, teniendo en los Pirineos su límite suroccidental. En España hay 11 poblaciones, seis en Aragón y cinco en Cataluña.
Las poblaciones aragonesas son muy desiguales en tamaño. Tres de ellas, como la de Sallent de Gállego, casi alcanzan o sobrepasan ampliamente el millar de individuos. Los censos totales han ido generalmente en aumento, a menudo gracias al descubrimiento de nuevos grupos o núcleos en las poblaciones, algunas de las cuales crecen significativamente.
La población de Sallent aumenta ligeramente. La de Pineta, sin embargo, ha presentado más fluctuaciones y un considerable retroceso en los últimos años causado por la herbivoría, lo que conlleva un riesgo de extinción de un 20% en los próximos 50 años.
El Cypripedium calceolus está catalogado como especie “en peligro de extinción” en Aragón, Cataluña y en el conjunto de España, es una especie de interés comunitario según la Directiva Hábitats y está incluida en el Convenio de Berna.