Elena Lechon.– Hace unos meses Joaquín se encontró con Gregor en un pueblo cercano a Zaragoza, desde el principio estaba decidido a ser su familia además de su ángel rescatador, si bien por circunstancias ajenas a su voluntad e ineludibles hubo que buscar casa de acogida para Gregor hasta que Joaquín pudiera llevárselo a casa.
Y se fue a con su familia de acogida, Sheila y Clara dos estudiantes de veterinaria con alas de ángel para nuestro protagonista.
Antes de seguir con la historia, os diré que Gregor es un galgo precioso de 4 años, de tamaño mediano / grande, sociable y cariñoso, aunque a veces un poco miedosete, pero un amor de animal.
Fue rescatado muy débil, en muy malas condiciones, pero con los cuidados veterinarios y el cariño que recibió desde el principio parecía que mejoraba poco a poco.
Una mañana una profesora de Sheila y Clara les dijo a sus alumnos que a la clase siguiente podían llevar animales para examinarlos en el aula directamente, y a nuestras mamis de acogida les pareció buena idea llevar a Gregor para examinarlo con sus compañeros, y así fue como la profesora de Clara y Sheila lanzó la señal de alarma, al examinar al perrico notó algo que no le gustó nada, y les dio indicaciones a sus alumnas de las pruebas que había que hacerle a Gregor para descartar o no las sospechas de esta magnífica profesora.
Dicho y hecho, toda la maquinaria zarposa en marcha, prioridad absoluta a las pruebas de Gregor, desgraciadamente las sospechas se confirmaron y el diagnóstico no es nada bueno.
Gregor tiene un linfoma, sabemos que no tiene cura, y que su esperanza de vida es corta, demasiado corta.
Nos informaron que con un buen tratamiento podemos alargar su vida un año con una buena calidad de vida, pero claro ese tratamiento es muy caro.
Pero al igual que los ángeles, como caídos del cielo, hace unos días se ponen en contacto con nosotros unas maravillosas personas que nos cuentan que han estado todo el curso recaudando dinero para nuestros zarposos y que nos lo quieren entregar a final de curso.
¿Quiénes son estos héroes os estaréis preguntando?, los jóvenes de la Casa de Juventud Universidad, este grupo de chicos y chicas, a lo largo de todo el curso, han estado aportando más dinero de lo que realmente cuestan las actividades en las que participan para reunirlo a final de curso y entregárselo a Zarpa, todo en silencio, sin estridencias, sin decirnos nada hasta que no lo han tenido y ha finalizado el curso.
¿Sabéis a cuanto alcanza la donación?, nos donan el importe íntegro del tratamiento, 600 euros, ni más ni menos, reunido entre jóvenes a lo largo del curso, una fortuna para Zarpa que supone regalarle a Gregor un año de vida, un año de buena vida, así lo expresaban Sheila y Clara su casa de acogida, y no encuentro mejores palabras para describir el significado de esta donación.
Al evento de la entrega de la donación quiso asistir Gregor, no era para menos, y disfrutó a tope del momento, como hace todo, derrochando alegría, bondad y lametones, y recibiendo montones de mimos y caricias de estos jóvenes ejemplares.
Os dimos las gracias el día de la entrega, hemos intentado expresar nuestra gratitud en las distintas redes sociales en las que tenemos presencia, pero no hay palabras, ni lo diremos suficientes veces, GRACIAS, GRACIAS, Casa de Juventud Universidad, sois muy grandes pequeños, es muy noble lo que habéis hecho, desde Zarpa deseamos que os llegue nuestra emoción y gratitud, porque no se puede hacer regalo más grande que el vuestro: VIDA.
Gracias.