Zaragoza Buenas Noticias

XVI Ciclo Aula Montpellier

Clausura Aula Montpellier XVI Ciclo 2
XVI Ciclo Aula Montpellier

Redacción./      El XVI Ciclo del Aula Montpellier ya es historia. En su clausura han participado el Consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya, el Decano de la Facultad de Medicina de Zaragoza, Javier castillo, el Vicepresidente de la Real Academia de Medicina, Francisco José Carapeto, y el Director Médico de Clínica Montpellier, Alfredo Pérez Lambán.

El Consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sebastián Celaya, ha rendido un homenaje a la figura del Presidente de la Real Academia de Medicina de Zaragoza, Manuel Bueno, fallecido el pasado día 11 de junio: “dejaba huella y será recordado por todos”, ha señalado.

Celaya, que ya intervino en la inauguración del décimo sexto ciclo del Aula Montpellier, ha destacado el interés que estos ciclos formativos suponen también para los pacientes. El Consejero ha subrayado en este sentido la importancia de “tener pacientes responsables y bien informados”.

Por su parte, el Director Médico de Clínica Montpellier, Alfredo Pérez Lambán, al hacer un repaso a los dieciséis ciclos ha señalado que “mantenerse nos obliga a la reinvención continua y a adaptarnos al cambio con grandes dosis de creatividad e innovación”.

Pérez Lambán se ha referido especialmente a “la pérdida de nuestro compañero, colaborador y amigo el Prof. Manuel Bueno Sánchez. Cuyo fallecimiento, nos ha pillado totalmente por sorpresa” y ha dedicado un reconocimiento a la labor del Profesor Manuel Bueno, que forma parte ya de la historia y el paisaje del Aula Montpellier.

“En los últimos años, ha señalado Pérez Lambán, y con una gran visión de futuro, Manuel Bueno supo conjugar con mucha habilidad los intereses de Aula Montpellier con sus responsabilidades como Presidente de la Real Academia de Medicina, llegando a crearse un tándem que ha funcionado de maravilla para ambas instituciones”.

El Director Médico de la Clínica perteneciente al HLA Grupo Hospitalario, ha avanzado que ya están trabajando en un nuevo ciclo bajo la clave del aprendizaje continuo. “Esta es nuestra mayor pretensión y debería ser la de cualquier Aula: aprender, saber, dar a conocer e intercambiar experiencias” ha concluido.

Un gran colofón: la figura del Profesor Zarranz

El Profesor Juan José Zarranz, catedrático de Neurología de la Universidad del país Vasco, ha impartido la conferencia de clausura, “Patología Neurológica por Priones”, y ha sido presentado por el Profesor José Bueno, del comité organizador del Aula Montpellier.

A lo largo de su ponencia, Zarranz ha hablado de las enfermedades por priones, encefalopatías espongiformes, o prionpatías. Ha explicado que se trata de un grupo de enfermedades neurodegenerativas caracterizadas por el depósito de una isoforma anormal de la proteína priónica (PrP), por la espongiosis encefálica y por ser transmisibles.
Tal y como ha señalado el catedrático de Neurología de la Universidad del país Vasco, las enfermedades por priones se describieron primero en los animales y más tarde en los seres humanos.Desde hace al menos dos siglos se conoce una enfermedad en las ovejas que provoca en los animales un intenso prurito y se denomina popularmente “scrapie”. 

En los años 20 del siglo pasado, dos autores alemanes, Creutzfeldt y Jakob, describieron por separado lesiones espongiformes probablemente similares a las del “scrapie”. Gertsman, Sträussler y Scheinker describieron una variedad de ataxia hereditaria, con o sin demencia, en la que se observaban lesiones espongiformes y placas amiloides. En 1957, Zigas y Gajdusek describieron una enfermedad caracterizada por temblor, ataxia y disfagia conocida como “kuru” entre los nativos de tribus que practicaban el canibalismo ritual en las montañas de Nueva Guinea-Papúa.

La unificación de todos estos cuadros neuropatológicamente similares por la presencia de espongiosis y, en algunos casos, de amiloide, pero dispares en su clínica y sobre todo en su origen, comenzó a partir de los años 60, cuando Gajdusek y otros autores demostraron que tanto el “kuru” como la enfermedad de Creutzfeldt y Jakob (ECJ), y la enfermedad de Gertsman – Sträussler y Scheinker (GSS) son transmisibles al animal por inoculación de material cerebral y que el agente infeccioso tiene las mismas características que el agente del “scrapie”.

A pesar del alto interés biológico de estas enfermedades y de su agente causal, nunca hubieran pasado al conocimiento del gran público de no ser por la epidemia de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) (“vacas locas”) que surgió en Gran Bretaña a partir de 1985, y que se transmitió a la especie humana como variante de la ECJ. En el momento actual las encefalopatías espongiformes humanas son de declaración obligatoria en todos los países de la Unión Europea, ha subrayado Juan José Zarranz.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *