Alberto Joven./ No es la línea habitual de este blog, pero los sucesos acaecidos en la red tras la muerte del torero Victor Barrio, me han empujado a desahogarme en unas breves líneas.
En primer lugar, mis máximos respetos a la viuda y familia de Victor, que están pasando los momentos más duros de sus vidas, después de la fatídica cogida que segó la vida del torero sobre la arena de la plaza de toros de Teruel.
Muchos fueron los recuerdos que me vinieron a la mente… desde el primer mensaje que recibo donde me dicen «Alberto ha muerto Victor Barrio», hasta pasar por mi amigo Toñete que andaba disfrutando de las fiestas, o de Alberto García, empresario, apoderado y amigo del torero con el que alguna vez había cruzado alguna conversación.
Sabía que los mensajes agresivos iban a comenzar en breve, que un gran número de gente sin escrúpulos se iba a lanzar al vacío a insultar, menospreciar, hundir, o lo que es peor, ensalzar, alegrar, jalear, celebrar… la muerte de una persona. ¿Pero dónde estamos? ¿Quién somos? ¿Dónde vamos?
¿Qué les sugiere ese mensaje? ¿Te imaginas que mañana, tú que estás leyendo este post mueres, y a tu madre le escriben esto? ¿A tu hermano? ¿A tu esposa? ¿Esto tiene que salir gratis?
Hemos perdido el debate de «Toros Sí» «Toros No». Esto se nos ha ido de las manos. Ya no respetamos las aficiones, ni los compromisos, ni las ideas políticas. El que no piensa como tú, o es un bastardo, o es un hijo de puta. Si no votas el partido que voto yo, no tienes ni puta idea. ¿Y encima te gustan los toros? Eres un asesino, un cabrón… y ójala te mate un toro en las fiestas de tu pueblo.
Ya disculpará el lenguaje agresivo, pero, esto es así, es la calle, es la realidad.
¿Puede un profesor de educación pública, superar esos insultos? ¿Os imagináis que el profesor que enseña a tu hijo Ciencias Naturales piensa eso? ¿Os imagináis que encima celebra la muerte de una persona? ¿Os imagináis que encima… piensa que le gustaría orinar sobre las flores que la triste familia del fallecido colocará sobre su tumba? ¿Os lo podéis imaginar?
Dicho y hecho… no solo lo pensó, sino que lo escribió, y lo ratificó ya que decía ser o mejor dicho dice ser un ciudadano muy «educado». Posiblemente, ese profesor con el que tu hijo no llegó a aprender lo que tú esperabas… o que, al contrario, era encantador en clase… se definió como un perfecto malnacido de la raza humana al escribir una serie de palabras indignas de alguien con el mínimo raciocinio.
No le deseo nada malo, ni a él ni a su familia, solo deseo, que se cure, que le den el tratamiento adecuado, pero pagando tras las rejas un buen puñado de días, y mirando a los ojos a Raquel, esa joven sepulvedana que quedó viuda en la tarde del 9 de julio, cuando menos lo esperaba, con toda la vida por delante.
Amigo Vicent Belenguer, yo he sido uno de los muchos que he firmado en Change.org para que te expulsen automáticamente como miembro del cuerpo docente de la Consejería Valenciana, pero quiero también, tan gallardo y valiente que eres, que te plantes delante de la familia de Victor, y les digas a la cara lo que piensas, lo que escribes, lo que dices.
A estas alturas, se acercan a 100.000 las peticiones para que este ¿señor? sea expulsado de su trabajo.
El hombre se viste por los pies, y este Vicente, se pensó que la red es un juego, y que aquí todo vale… y eso no es así. Vicente, te han pillado… y mereces pagar por lo que has hecho, y me consta, que si eres un mínimo inteligente, estarás pasando unos momentos duros. Sin duda, lo mereces.
¿De qué pasta estamos hechos? Esto, han sido solo dos ejemplos de las innumerables burradas que he leído en la red. Nadie se merece eso, ni un torero, ni un bombero, ni un matarife, ni un carnicero, ni un abogado, ni un futbolista. ¿Qué pasa, que aquí vale todo?
Me sorprende la tranquilidad con la cual he conseguido llevar a cabo este escrito. He hecho bien en esperar 48 horas después de la muerte de Victor, puesto que si esto lo escribo cuando comencé a leer los primeros comentarios, posiblemente no hubiese podido ser tan cabal y educado.
A todos esos que dicen tantas barbaridades… que se miren al espejo, que se quieran, y que quieran más a sus vecinos. Todo esto, se puede terminar mañana a las 11.36 en la consulta de un médico que te diga…. «es maligno»… y de nada servirá toda la mierda que has soltado por tu boca.
Descansa en paz Victor, descansa en paz Torero, descansa en paz, Persona.
Alberto Joven
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