ZBN./ Aragón acogió en la primera quincena del mes de julio 185 campamentos y colonias en los que participaron unos 11.000 niños y jóvenes. Estos son los datos que tiene registrados el Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ), que es el organismo que debe supervisar este tipo de actividades al aire libre.
Por provincias, desde finales de junio y hasta el día 15 de julio hay previstos 135 campamentos en Huesca (7.833 participantes), 25 en Teruel (1.984 menores) y otros tantos en la provincia de Zaragoza (1.171 participantes). Para atenderles, según los datos del IAJ, hay 1.663 monitores y otros 478 trabajadores.
El director del instituto Aragonés de la Juventud, Adrián Gimeno, explica que todas estas actividades son supervisadas desde este organismo, que asesora a los promotores, controla las condiciones de seguridad, de higiene…
Entre otras cuestiones el IAJ recibe y supervisa la documentación necesaria para el desarrollo de las actividades juveniles en Aragón, inspecciona las actividades ‘in situ’, asesora en cuestiones de normativa y organización para la puesta en marcha de este tipo de actividades juveniles y elabora material de información en materia de seguridad.
Según Adrián Gimeno, este tipo de actividades veraniegas fomentan la autonomía de los jóvenes, generan espacios de educación no formal en los que se adquieren competencias básicas relacionadas con la comunicación, la convivencia y la tolerancia.
A ello hay que sumar, apunta el director del Instituto Aragonés de la juventud, que estas actividades generan un impacto económico importante para las zonas en las que se llevan a cabo ya que, además de los menores, los campamentos y colonias mueven a muchos monitores, trabajadores y a los padres de los menores a sitios que, en muchas ocasiones, permanecen despoblados el resto del año.
En concreto, favorecen a los comercios y establecimientos de hostelería, favorecen la firma de pequeños contratos de servicios (cocina…) y dan a pie a la creación de empleo.