ZBN./ En las próximas horas el territorio aragonés estará inmerso en la segunda situación de altísimo riesgo de incendio forestal del periodo estival, después de la de los pasados días 19 a 21 de julio. Por esta razón el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad solicita la máxima colaboración ciudadana para prevenir posibles siniestros y recuerda cuáles son las prácticas más seguras en las actividades de mayor riesgo.
Está prohibido hacer fuego en el monte y sus inmediaciones en verano. La gran mayoría de los incendios forestales son provocados por el ser humano, en su mayoría debido negligencias. No hay que encender hogueras ni cocinar, sino llevar la comida preparada.
Es especialmente peligroso fumar en el monte o en sus alrededores. No se deben arrojar colillas o cerillas, ni siquiera a la carretera por la ventanilla del coche, porque el viento puede transportarlas y activarlas. Lo mejor es no fumar, pero en caso de hacerlo, usar un recipiente para las cenizas, apagar bien la colilla y recogerla.
Debe evitarse el uso de vehículos en el monte y en caso de hacerlo no circular fuera de los caminos autorizados. El aparcamiento debe realizarse en lugares habilitados para ello o, al menos, en zonas despejadas de pastos o matorral. El tubo de escape y algunas partes calientes del vehículo, en contacto con vegetación seca, podrían generar un incendio.
Hay que actuar con especial precaución en zonas de alto riesgo. Se recomienda que en las viviendas que se encuentren en estos entornos no se planten setos de especies que ardan con facilidad, no se construyan barbacoas en sus límites y no se utilicen, si las hay, en los días de viento y de mayor riesgo. Los residuos de las mismas han de depositarse en los contenedores o vertederos habilitados. Si se vive en una casa cercana al monte, debe mantenerse limpio el tejado y alrededores de hojas, ramas secas, vegetación arbustiva y herbácea y basuras.
Es importante, además, informarse sobre:
Las rutas de evacuación, el tiempo necesario para recorrerlas, las condiciones en las que se encuentran en cada momento y los medios disponibles para acceder a ellas.
Los planes de protección civil y los planes de autoprotección que afecten.
La seguridad en el interior de la vivienda, por otro lado, empieza por uno mismo.
No se deben abandonar residuos que puedan provocar un incendio, tales como botellas u objetos de cristal, ya que pueden actuar como una lupa y prender la vegetación o el combustible de alrededor. Hay que guardar los desperdicios en una bolsa de basura y tirarlos en un contenedor o llevarlos a casa.
Las labores agrícolas o ganaderas. En este caso no hay que bajar nunca la guardia y tener en cuenta que:
· En las labores de cosecha y empacado es necesario haber revisado la maquinaria y llevar herramientas de extinción (extintor, mochila de agua, batefuegos). Además, realizar primeramente una pasada perimetral y cosechar contra el viento.
· En días de riesgo extremo debe evitarse realizar estas prácticas en las horas de mayor riesgo (entre las 13 y las 20 horas) y contar con medidas especiales como:
o Un vigilante en la zona para detectar cualquier ignición, dotado de comunicación con el conductor de la máquina, los operadores de tractor o grada y con otro personal que pueda colaborar en la extinción de un conato. También con comunicación con el servicio de emergencias 112 para poder dar un pronto aviso.
o Un tractor con grada para atajar cualquier conato.
o En terrenos pedregosos reducir la velocidad y adecuar la altura del trabajo a la pedregosidad y microrrelieve del terreno.
o En las zonas de alto riesgo realizar una labor perimetral de una anchura mínima de 3 m salvo en los lados colindantes con la masa forestal donde la anchura alcanzará los 9 m.
o Comenzar el trabajo por las zonas de mayor riesgo (las más cercanas a la masa arbolada), y trabajar desde ellas hacia el exterior. Situar allí, en la medida en que sea posible, los recursos de extinción.
En el caso de trabajos de mantenimiento de infraestructuras, tales como líneas eléctricas, vías férreas o carreteras, se deberán solicitar los permisos oportunos en caso necesario y adoptar las medidas preventivas conducentes a reducir el riesgo de incendio. En días de riesgo extremo, así como en las horas de mayor riesgo, se recomienda no utilizar maquinaria que pueda generar chispas o deflagraciones, como radiales o soldadoras.
El uso de desbrozadoras, motosierras o cualquier otro aparato mecánico puede provocar chispas o calor intenso con el consiguiente riesgo de incendio, es necesario revisar dicha maquinaria para comprobar que su estado es óptimo. Hay que realizar estas actividades disponiendo siempre de medios de extinción cercanos al lugar del trabajo y evitar su uso en días y horas de riesgo extremo.
Consejos generales. Hay que saber reaccionar ante un incendio, si se ve un incendio o una columna de humo, el tiempo es vital: debe telefonearse de inmediato al 112 de emergencias y dar el mayor número de datos posibles.
Por otro lado, deben seguirse siempre las indicaciones de los expertos o personal autorizado. También colaborar, si es necesario, en las labores de extinción con los colectivos profesionales de vigilancia y prevención.
Si se comprueba que alguien descuida las más mínimas precauciones a la hora de prevenir los incendios, es preciso recordarle los consejos anteriores.
El Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, con la colaboración de la Agencia Estatal de Meteorología, establece de forma diaria -y en especial en el periodo de máxima activación del operativo antiincendios- las Prealertas de incendios forestales. Estas prealertas son imprescindibles para conocer el riesgo de incendio, por lo que su consulta es una tarea esencial para saber cómo actuar y cómo extremar las medidas de precaución para evitar generar cualquier ignición.
Cualquier persona que realice actividades con riesgo de incendios, tales como las que se han descrito más arriba, debería suscribirse y consultar la prealerta antes de realizarlas para adaptar sus acciones al riesgo real.