Salud Ambiental en la Escuela- Al no saber qué hacer con ellas Stephen las dejó tiradas tras un radiador. El calor hizo que éstas crecieran accidentalmente, floreciendo maravillosamente junto al sistema de calefacción. Estas semillas otorgaron una idea perfecta a Ritz que vio la agricultura como una metáfora para la educación: “Estamos plantando todo tipo de semillas, semillas académicas, semillas culturales y semillas de esperanza”, asegura Ritz en su página web. En su opinión se cultivan las mentes para cosechar esperanza.
De dicha idea surgió un proyecto denominado “The Green Bronx Machine”, que invitaba a los niños y jóvenes, muchos de lo cuales no tenían acceso a un hogar, comida sana o salud, a cultivar plantas y vegetales dentro de su comunidad, al mismo tiempo que aprendían ciencia, matemáticas, tecnología y otras habilidades del siglo 21.
Al principio Ritz comenzó con un jardín, en una tierra que nadie utilizaba. Reunió a sus estudiantes y comenzaron a cultivar tomates. Pero, cada vez que crecían eran robados. En un intento de solucionar dicho problema contactó con George Irwin, de Green Living Technologies, una compañía de Nueva York que diseña jardines verticales y que utilizaba la tecnología de luces LED para cultivar comida en interiores. Con su ayuda lograron alimentar a 450 niños del colegio en tiempos de cosecha.
El éxito de dicho proyecto permitió la implementación de otros similares con niños provenientes de hogares de adopción, de la calle, y del sistema penitenciario de Nueva York. En dicho proceso se observó que esos mismos niños comenzaron a mejorar su rendimiento en las clases. Posteriormente muchos de ellos incluso accedieron a la universidad.
Fuente: Diario Ecología
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