ZBN./ Ayer domingo 29 de agosto, Ansó ha celebrado los actos organizados con motivo de la 46 edición de la Fiesta de Exaltación del Traje Ansotano, una fiesta de la identidad, de la personalidad, del amor por las costumbres, de la fascinación por unas vestimentas que han perdurado gracias al amor y el cuidado que las familias del pueblo han puesto en su mantenimiento y recuperación.
La vertiente económica que esta fiesta tiene no solo para Ansó sino para todo su entorno como consecuencia de la afluencia de visitantes que la localidad recibe y del hecho de que todo el sector relacionado con la hostelería y la restauración resulta beneficiado por la cita.
La cita supone además un revulsivo económico para la localidad y su entorno.
El Día de la Exaltación del Traje Ansotano, que en 2011 fue declarada fiesta de interés turístico nacional, permite que localidades como Ansó, que están tan alejadas de los principales núcleos de población y a los que la orografía que les es tan característica los ha mantenido siempre algo preservados del exterior, cobren vida con eventos como éste y tengan la oportunidad de desarrollarse desde el punto de vista económico.
La Fiesta de la Exaltación del traje ansotano se celebró por primera vez en 1971.
Años después se mantiene una celebración única por su colorido y valor etnográfico, cultural e histórico. El traje y su historia pueden conocerse en el “Museo del Traje Ansotano” ubicado en la ermita de Santa Bárbara. Además de su antigüedad y singularidad, el aspecto más destacado de esta vestimenta tradicional es la increíble variedad de modelos, entre los que cabe citar el de Bautizá o Cristianá; Periquillo, para la confirmación; de saigüelo coloráu, para la primera comunión de las niñas; de treballo de mullé, de novios o de alcalde.