ZBN./ En Plantando cara a la infertilidad la autora relata en primera persona su experiencia personal; una de esas historias en las que lograr ser madre es algo más complicado que decidir cuándo es el mejor momento.
En su larga lucha contra la infertilidad experimenta grandes dosis de miedo y soledad, de impotencia y frustración, pero gracias a su firme determinación todo el dolor acabará por transformarse en una felicidad infinita. Este relato pretende dar fuerza y una luz de esperanza a las parejas que se encuentran en la misma situación. Aunque el camino esté lleno de obstáculos y sea duro y agotador, siempre merece la pena luchar por un sueño.
Laura nos narra esta lucha como un proceso en el que numerosos factores son imprescindibles. El contar con un equipo médico en el que confíes es uno de ellos, ya que si hay dudas en los tratamientos, la relación no funciona. Por otro lado, la certeza de que si quieres tener un hijo, hay muchas cosas a las que vas a tener que renunciar (en parte porque buena parte de tus ingresos, si vas por clínica privada para ahorrar esas molestas esperas, irán a hacer tu sueño realidad); y en tercer lugar, el apoyo de los que te rodean.
Laura al principio ocultaba sus sentimientos por miedo a ser juzgada, y aunque ello es una cuestión de caracteres y personalidad, es evidente que, a la larga, no vas a poderte pasar fingiendo todo el tiempo.
Y es que fingir normalidad es duro siempre, sea tu situación la que sea, pero no hay nada comparado a compartir las alegrías y las penas. Todas las mujeres, futuras madres, encuentran alivio en su espera al contarle a las demás sus propios casos. Siempre hay un punto negativo en tener tanta gente que te apoya (como es el caso de la escritora) porque las malas noticias también se las tienes que contar a más gente, pero no hay duda de que los seres humanos somos muy parecidos biológicamente, y uno de los instintos más fuertes que tenemos, y que todos compartimos, es el de tener un hijo, y es mejor no pasar este trago solos.
Laura Puerto nació en Teruel en 1982, ciudad en la que reside en la actualidad. Está casada y es madre de dos niños. Estudió Ingeniería Técnica en Informática de Gestión, y desde 2008 forma parte del equipo tecnológico de Térvalis Desarrollo.
Plantando cara a la infertilidad es su primera obra. Con ella pretende dar fuerza a todos aquellos que sueñan con ser padres y tienen dificultades para lograrlo, así como acercar a las personas ajenas a este problema a los sentimientos que experimentan cada vez más y más parejas.