Redacción./ Teresa Perales ha vuelto al podio de Río. La aragonesa, que acudía a los Juegos para disputar seis finales, se quedó fuera del podio en las dos últimas y se despidió de su reto de igualar a Michael Phelps con 28 medallas. Pero este jueves tocaba olvidarse de eso y pensar en sumar, no en lo que se había perdido.
Ese fue el pensamiento con el que saltó a la piscina en la final del 200 estilos. Falló en el 50 mariposa y también en el 50 libre pero esta vez cumplió con las expectativas. El oro ya estaba asignado casi desde que los Juegos se asignaon a Río y era para la noruega Sarah Louis Rung, que llegó 21 segundos por delante de la plata de Perales. Solo se podía aspirar al segundo lugar y ahí llegó la española, para hacerse con su vigésimo cuarta medalla en unos Juegos, la segunda en Río después del 200 libre.
Perales fue segunda a lo largo de toda la prueba. Demostró que era la única que podía, más o menos, seguir el ritmo de la noruega, aunque de lejos. Solo la bielorrusa Natalia Shavel le hizo sombra a falta de los últimos 50. Apareció en ese momento la sombra de las otras pruebas y la posibilidad de que un mal último tramo pudiera hacer perder la medalla.
No fue así. La aragonesa no solo aguantó, sino que aumentó su ritmo hacia la plata. Dejó atrás a la bielorrusa, que al final fue cuarta, y no permitió que la israelí Inbal Pezaro pensara en algo más que en el bronce.