Wang Qingsong
Nacido en Daqing, provincia de Heilongjiang, en 1966, está considerado uno de los artistas más representativos del arte contemporáneo chino.
Estudió en la Academia de Bellas Artes de Sichuan (China) y desde 1993 reside y trabaja habitualmente en Beijing.
Su obra ha sido expuesta desde 1996 en exposiciones individuales y colectivas de todo el mundo.
En 2006 obtuvo el premio de Extensión de Rencontres de le Photographie, en Arles (Francia) y muchas de sus obras forman parte de colecciones de Estados Unidos, Japón, Australia, España, Reino Unido, Austria, Rusia, Brasil, Francia y Portugal, estando entre ellas la colección J. Paul Getty Museum, la Hammer Museum y el Brooklyn Museum en Estados Unidos; Maison Européenne de la Photographie (MEP), en París; Museo Nacional de Arte de Brasil, Brasil; La Casa de la Fotografía de Moscú, y el Institut Valencia d’Art Modern (IVAM), en Valencia.
Follow Me. Una retrospectiva de Wang Qingsong
En 2003 decidimos que debíamos mirar más allá los panoramas artísticos europeo y estadounidense, demasiado trillados y predominantes. Fue entonces cuando descubrimos el arte contemporáneo chino y, desde los primeros días de nuestro periplo a Oriente, nos quedamos totalmente estupefactos. A raíz de nuestra profunda admiración, casi nos hicimos adictos al coleccionismo de arte chino contemporáneo. Desde que descubrimos este mundo de pintores y fotógrafos — con una marcada identidad visual y mensaje sociopolítico— , no ha habido marcha atrás.
Uno de los primeros artistas chinos que conocimos fue el fotógrafo Wang Qingsong y sus imágenes a gran escala. Desde entonces le hemos seguido muy de cerca.
Wang Qingsong trabaja en documentalismo, fotografía, imágenes generadas por ordenador, video y escultura. Wang utiliza la fotografía para reflexionar sobre la transformación y los rápidos cambios por los que está atravesando China, centrándose en las contradicciones de la realidad social contemporánea china generada por el acelerado desarrollo económico del país, y realizando una crítica al culto a iconos globales que define en gran medida la sociedad consumista y la pérdida de espiritualidad en la China de hoy.
Sin embargo, su integridad artística brilla con luz propia, pues se muestra igualmente riguroso en su crítica al tradicionalismo regresivo y a quienes tratan de rechazar presiones culturales externas.
En sus fotografías, Wang crea historias que permiten a los espectadores cuestionarse actitudes ante los fenómenos sociales del momento y, al mismo tiempo, se esfuerza en proporcionar una plataforma para reflexionar en profundidad sobre la sociedad contemporánea en el siglo XXI.
Sus imágenes giran en torno a las contradicciones de la realidad social china contemporánea, donde entran en conflicto tradición, modernidad y desarrollo económico. Es un artista que analiza a fondo las incoherencias, paradojas y confusiones evidentes en la sociedad china desde el fin de la Revolución Cultural. Las referencias a la modernidad se muestran junto al imaginario con el que creció: recuerdos de heroísmo y patriotismo.
En sus obras, Wang se muestra profunda y sinceramente crítico ante la injusticia e hipocresía que generan algunos acontecimientos en China. Su trabajo cristaliza su percepción del materialismo y capitalismo occidentales que se han extendido de modo tan patente en su país en forma de consumismo masivo, un ansia ciega por marcas de diseñadores, propiedades de lujo, especulaciones en Bolsa y gusto por la comida rápida de estilo americano.
En sus trabajos más recientes, ha investigado la evolución del arte documentándose sobre la historia de los distintos estilos artísticos y sus obras maestras. A partir de ahí crea composiciones sofisticadas, construyendo lo que en un principio parece ser un puzle con decenas de referencias distintas que a continuación componen una compleja imagen que se convierte en una fotografía artística rotunda.
Wang es un artista que piensa a lo grande: grandes ideas, grandes conceptos y, de hecho, producciones muy grandes. La ingente cantidad de personas involucradas en sus instantáneas y las dimensiones de los platós son tan espectaculares como las producciones de Hollywood. Muchas de las obras que se exhiben son de grandes dimensiones, pues sus trabajos fotográficos en ocasiones superan los 20 metros de longitud.
Más allá de los grandes temas de sus trabajos, sus fotografías épicas e icónicas también son imaginativas, coloristas y rebosan de humor.
Esperamos que la presentación de este importante fotógrafo chino en España seduzca y entretenga al público. Quienes visiten esta exposición encontrarán que las imágenes del artista permanecerán en su memoria durante mucho tiempo.
Eli Zagury & Tamar Arnon
Comisarios de la exposición