Leticia Calvete.- Al ritmo de castañuelas, el “tacón, punta y tacón” y el sonido de las bandurrias y un sinfín de instrumentos arranca la nueva película musical del director oscense Carlos Saura, Jota. Con este nuevo proyecto pretende revitalizar la jota tradicional y que la gente la vuelva a bailar y cantar en las calles de una manera espontánea y con una mirada más abierta que no se quede en el traje tradicional de enaguas, cachirulo y mantones ya que también se puede bailar en camisa y vaqueros porque lo importante es sentirla y vivirla.
Tras Sevillanas, Flamenco, Flamenco y Fados, Saura regresa al género del documental musical de la mano del baile más popular de Aragón, la jota. Esta obra cuenta con la participación de reconocidos talentos musicales como el violinista Ara Malikian, la bailaora Sara Baras, el gaitero Carlos Núñez, el guitarrista Juan Manuel Cañizares, el compositor Alberto Artigas, la voz de Carmen París y las coreografías de Miguel Ángel Berna.
Con ello se pretende universalizar la jota fuera de nuestras fronteras y mostrar al mundo en qué consiste realmente este arte mayor en el que se fusiona baile, cante y música de percusión, cuerda y viento procedentes de distintas regiones de la geografía española, puesto que la jota no es patrimonio exclusivo de Aragón.
El director ha reconocido que la jota era “una asignatura que tenía pendiente desde hace mucho tiempo” ya que siempre la ha visto muy cerca de la mano de su madre y de su hermana y ha intentado hacer una película que vaya más allá de la jota tradicional, por la que siente un gran respeto, para centrarse en una proyección más contemporánea.
En Jota, Saura realiza un homenaje a artistas fallecidos que eran un referente para el mundo de la jota y a los que quería muchísimo. Es el caso de Imperio Argentina, Pedro Azorín, Paco Rabal y José Antonio Labordeta. La aparición de este último en la película sorprende por su escasa relación con el baile de nuestra tierra, pero para el director “Labordeta es Aragón” y recupera su tema “Rosa Rosae” por su vinculación con la infancia del cineasta.
Se dice que la jota viene del árabe“chotar” que significa saltar aunque la jota es mucho más que eso. Se trata de un ritmo único, mágico, alegre y contagioso que con el transcurso de los años se ha ido perfeccionando hasta llegar a enseñarse en escuelas y academias de baile.
Con esta película musical se pretende abrir nuevas posibilidades rítmicas, recuperar el pasado pero mirando hacia el futuro, entremezclar los artistas desaparecidos con los artistas de ahora, fusionar el flamenco, el baile clásico y la jota, y dar a conocer el poderío que tiene este arte y que es desconocido para la inmensa mayoría.