ZBN./ Cerrar los ojos y pensar en alguien a quien queremos, con esta sencilla práctica rompemos nuestras preocupaciones y aumentamos nuestro bienestar. Así, invitando al público a realizar esta práctica, ha introducido el Dr. Javier García Campayo la conferencia de presentación del libro «La ciencia de la compasión: más allá del mindfulness».
Mayor inteligencia emocional, satisfacción con la vida y conexión social, mayor optimismo, curiosidad y creatividad, mayor iniciativa personal… Estos son algunos de los beneficios demostrados por la aplicación de terapias de compasión asociadas al mindfulness, como se explica en el nuevo libro coordinado por el Dr. García Campayo junto con los profesores Marcelo de Marzo y Ausiàs Cebolla.
Publicado por Alianza Ensayo, este trabajo se centra en la divulgación científica y multidisciplinar de las técnicas y programas laicos de la compasión especialmente para profesionales de la salud y la educación, ya que sobre este novedoso campo de estudio apenas hay bibliografía en español.
García Campayo aclara que desde el punto de vista de la psicología la verdadera acepción del término compasión es afecto y capacidad de empatía y conexión social, muy alejado del concepto de lástima que suele asociarse a esta palabra en castellano.
Lo que pretende la terapia de compasión, ha explicado el Dr. Javier García Campayo, es conectarnos con el afecto natural que los seres humanos somos capaces de generar a otras personas y a nosotros mismos. «Esta capacidad de afecto y empatía que todos llevamos dentro, si la potenciamos nos permite avanzar hacia una sociedad más feliz» asegura.
Javier García Campayo, Psiquiatra Hospital Miguel Servet y Director del Master Mindfulness de la Universidad de Zaragoza, está al frente del equipo investigador aragonés que lidera en España los estudios más innovadores sobre la evidencia científica de las terapias de nueva generación basadas en la atención plena y meditación.
Terapias a la medida de una sociedad cada vez más estresada «con tendencia a la crítica y a que esté mal visto que nos valoremos bien, lo que provoca conductas obsesivas, perfeccionistas o problemas de culpa o vergüenza, y aparecen enfermedades como la depresión y la ansiedad», señala García Campayo.
Para tratar estas patologías, está demostrada la eficacia de la terapia de compasión que abre nuevas y esperanzadoras vías de investigación tanto en el campo de la salud, como en su introducción preventiva y eficaz para la mejora del bienestar emocional de la población en general. «Ser menos autocríticos y más cariñosos con nosotros mismos nos hace sentirnos mejor y mejora también nuestro entorno», concluye García Campayo