Ángela Medrano. Carmen Posadas visitó Zaragoza el pasado 15 de noviembre dentro de la gira de presentación y promoción de su última novela: La hija de Cayetana.
Premio Planeta en 1998, su obra ha sido traducida a 23 idiomas y en 2003 la revista Newsweek la señaló como una de las autoras más relevantes de su generación.
En esta ocasión nos presenta una historia muy bien armada que arranca desde un dato nada o poco conocido de nuestra historia más reciente. Y así, de forma amena, la anécdota nos sirve para viajar desde precisamente la anécdota, “desde lo pequeño para así poder explicarlo y entender lo más grande” y nos enteramos de que la XIII Duquesa de Alba, aquella que pintara vestida y desnuda el aragonés Francisco de Goya, Francho para los amigos, tuvo una hija negra, adoptada, comprada a una de aquellas esclavas de ultramar que servían a los colonos “indianos” más postineros.
Como ella misma me cuenta, el objetivo de una novela histórica o que novela sobre personajes y hechos históricos es que trata de “enseñar deleitando”, suscitando la curiosidad y el acceso a datos de nuestra historia de un modo amable y entretenido.
– Carmen, novelando historia, los escritores sois, os sentís algo así como “dioses” o como decía Miguel Ángel, escribir al igual que esculpir es sacar lo que encierra la piedra a golpe de cincel, o de imaginación y maestría… ¿qué significa para ti escribir?
– Pues verás, estoy de acuerdo con las dos ideas y es que además soy escritora porque no sé mandar ni obedecer y pocas profesiones te permiten ser libre sin dependencias. Lo mío con la literatura es un “mal amor”, un, como decía la copla, “ni contigo ni sin ti”. Me cuesta mucho escribir, entro en duda de si lo conseguiré, pero a la vez pienso que de ahí solo salgo si escribo…
– Si me sumerjo en tu novela descubro una maraña de personajes donde, como tú misma dices, los principales son un tanto neutros y los secundarios son plenos, llamativos, llenos de aristas, malos de esos que tanto te gustan. De tu última novela, ¿cuál es tu personaje favorito?
– Sí, es cierto, los personajes malos me gustan, de siempre los grandes y más recordados personajes son aquellos malos, que representan la perversión humana a veces extrema y que a mí me resultan especialmente interesantes porque gracias a ellos, ellos, nos ayudan a entender nuestras flaquezas y debilidades. Mi favorito esta vez sin duda es el periodista, ese ser miserable que está presente de manera mezquina en la vida del resto de personajes…
– Carmen tienes un estilo muy particular, grato, amable, directo, de esos que se echan de menos. Mezcla de un claro homenaje a Dickens, que echa mano del sentido del humor por aquello del “alivio cómico” y de la fina ironía en el tratamiento de los asuntos más regios y que, como decía Eugenio D’Ors, pone en cuestión otras formas más elaboradas y enrevesadas de escribir “puesto que no podemos ser profundos seamos pues oscuros”. ¿Con qué faceta de escritora te sientes más a gusto? ¿novelista? ¿articulista?
– Me considero sobre todo buena “cuentista”. El cuento es un género muy poco valorado, no suele demandarse ni publicarse y es terriblemente complicado escribir un buen cuento, crear un mundo, una atmósfera y ser capaz de cerrarlo en pocas páginas integrando una enseñanza y una lectura de valor. Es un ejercicio muy complicado de síntesis…
Hay en la biografía de Carmen una parte frívola, ligada a la prensa rosa y al mundo del “colorín”, vida en la que recibir el Premio Planeta supuso un punto importante de inflexión para ser considerada y relacionada con otras páginas bien diferentes de las del papel “couché”.
Los personajes femeninos, protagonistas muchos de ellos, abundan en sus obras… y no puedo por menos que preguntarle si algunas de sus historias no serían carne de cañón para las páginas amarillas sensacionalistas y me pregunta con los ojos como platos si me parece que en la historia de Cayetana ha caído en el melodrama!!!. No, no, o al menos a mí no me parece un folletín por entregas, aunque Dickens esté presente y me confieses que para evitar el melodrama vuelves a sobrevivir a golpe de humor. Y reímos pensando en Juan… y en el juego que daría la historia particular de este secundario que a todos los que hemos leído la novela nos ha cautivado.
¡Enhorabuena Carmen y muchos éxitos!