Redacción. Concebir el mundo actual sin pensar en todo lo que la tecnología nos ha traído en los últimos años es prácticamente imposible. Teléfonos móviles, ropa y electrodomésticos inteligentes, coches que aparcan solos o frenan por el conductor para evitar accidentes… El progreso es un hecho que se escribe en 1 y 0.
La gran revelación ha sido, sin lugar a dudas, Internet, ese espacio en el que verter el conocimiento de la especie humana para compartirlo con personas de todo el planeta. En España, prácticamente en todos los rincones se disfruta ya de esta herramienta, aunque bien es cierto que la brecha digital sigue existiendo en algunos puntos del país.
Aragón es un ejemplo, pues hay zonas donde conectarse a la Red es prácticamente imposible, lo cual ha contribuido al despoblamiento de determinadas áreas, especialmente de las provincias de Teruel y Huesca. Pero siempre existen alternativas en las que, curiosamente, el mismo motivo que causa el problema puede ser su solución.
Un ejemplo lo encontramos en el municipio turolense de Oliete, donde el éxodo rural provocó que la localidad se quedara con un 10% de su población original y el abandono de cerca de 100.000 olivos. Ahora los vecinos del pueblo están consiguiendo salvar este patrimonio oleico gracias a Internet, donde han creado la web ‘Apadrina un olivo’, en la que invitan a los aragoneses a hacerse cargo de estos árboles centenarios, de los que además están obteniendo un aceite excepcional.
Otro ejemplo de que Internet puede ser la solución a la despoblación de las zonas rurales y ayudar al progreso económico de los municipios lo representa Castelserás. En esta localidad turolense, hace casi 20 años, un vecino dedicado al campo descubrió Internet y pensó que podría ser una buena idea vender productos a través de la Red. Acabó fomentando el emprendimiento entre sus paisanos y empezaron a crear negocios virtuales, teniendo esta localidad hoy día el mayor ratio de negocios de venta on line de España.
Y es que para poner en marcha una tienda virtual sólo es necesario tener una idea, ya que hoy en día el hecho de abrir un sitio web es fácil gracias a plataformas on line como ésta. Ser habilidoso es un plus, pues hay personas que elaboran sus propios productos para luego venderlos por Internet, desde aparatos tecnológicos, a los elementos más artesanales, como cestos de mimbre o bisutería, pasando por productos alimentarios como vinos, quesos, jamones… Cualquier propuesta es válida, pues todo hoy día puede encontrarse y adquirirse a la Red.
En el caso de Castelserás, la idea de aquel vecino, aunque no lo supiera entonces, acabó salvando al pueblo de un éxodo anunciado. El municipio se reconvirtió, alojando ahora aquellas naves agrícolas de antaño una variopinta cantidad de artículos preparados para ser enviados a los domicilios de los compradores. Auténticos almacenes industriales camuflados a la vista de cualquiera que visite de nuevas la localidad.
Además de estabilizar la población, la proliferación de emprendedores on line en el enclave turolense generó un sustento económico que suplió la falta de trabajo en los campos, dando nuevas oportunidades laborales a los valientes que no temieron cambiar el tractor por el ordenador.
Al avance económico y la llegada de la modernidad a nivel tecnológico se sumó otro ítem, el que los castelseranos que no lo desearan no tuvieran la obligación de abandonar su lugar de nacimiento, pues se les había abierto un universo de posibilidades para labrarse un futuro desde sus propios hogares. Además hoy en día, y gracias también Internet, cabe la posibilidad de estudiar fácilmente una titulación a distancia mediante instituciones como la UNED.
En suma, el futuro de muchos municipios españoles, y especialmente aragoneses, podría pasar por comenzar a emprender en el ciberespacio, siendo ésta una alternativa de efectividad comprobada y esperanzadora.